Tras el escándalo por los seguimientos ilegales al profesor de inglés Leonardo Colmenares, todo por orden del comandante del Ejército, el general Luis Mauricio Ospina, una nueva polémica sacude a la institución después de que de el mayor (r) Jorge Castillo, quien es conocido como uno de los oficiales más experimentados, denunciara una grave situación que se estaría presentando.

A través de su cuenta de X, antes Twitter, Castillo aseguró que al interior del Ejército hay una supuesta red criminal. “Con denuncias y pruebas demostraremos que existe una red criminal al interior de la Inteligencia del Ejército”, escribió.

Una grave denuncia fue hecha en las últimas horas. | Foto: Sebastian Barros/NurPhoto

En el primer mensaje, que poco a poco ha ido captando la atención de los usuarios, el mayor (r) agregó que hay carpetas falsas, pruebas falsas, redes inventadas, poligrafías irregulares y perfiles falsos.

En su denuncia, que hizo por medio de un hilo, el oficial retirado afirmó que existen bodegas que se encuentran al servicio de esta red criminal. En ese sentido, explicó que supuestamente se “nombran oficiales sin estudios de credibilidad y confiabilidad”, todo esto con pruebas de poligrafías reprobadas.

Asimismo, señaló que están personas son nombradas en diferentes cargos pese a que tienen actos de corrupción, una situación que, según él, ocasiona que sean fácilmente manipulables por los altos mandos.

Castillo, quien estuvo 19 años en inteligencia y 12 en contrainteligencia, agregó que desde el interior de la institución se perfilan a oficiales y suboficiales que se atreven a denunciar la corrupción y la existencia de esta red criminal. “Realizan averiguaciones y/o operaciones de contrainteligencia sin misión de trabajo”, agregó.

En otro de los mensajes, el mayor (r) manifestó que los integrantes de esta red criminal cumplen órdenes directamente a funcionarios del Ministerio de Defensa, que es dirigido por Iván Velásquez. De acuerdo con la denuncia, estos trabajadores de la entidad no tienen funciones de receptores autorizados de inteligencia, lo que aumenta la gravedad de los hechos.

La denuncia se presenta en medio de otro grave escándalo. | Foto: Ejército Nacional/ Tercera Brigada

Igualmente, el exoficial aseveró que “usan los traslados, la inspección del Ejército y la presión como herramientas de presión y persecución. Los traslados de inteligencia y contrainteligencia son manejados por el Ministerio de Defensa. Arman organigramas, cuadro de contactos y carpetas para hacer falsos positivos de contrainteligencia”.

La grave denuncia fue realizada por Castillo, quien por tres años fue comandante de la Unidad Estratégica del Batallón de Frontera N° 5. Durante este tiempo se dedicó a abordar casos estratégicos de amenazas internas y externas. Además, fue uno de los encargados de elaborar los manuales de inteligencia y contrainteligencia del Ejército.

En otra publicación, el exoficial sostuvo: “No nos dejaremos robar el futuro de nuestros hijos, Cuando se corrompa la sal, no tendremos vuelta atrás. Lo último que se tomarán será la inteligencia del Ejército”.

La denuncia se da en medio de un escándalo

El comandante del Ejército justificó su accionar. | Foto: COLPRENSA ©

Esta denuncia se dan en medio del escándalo que salpica al comandante del Ejército, general Luis Mauricio Ospina, y que fue revelado por la Revista Semana. El oficial habría abusado de su poder y, con algunas artimañas, logró que se le hiciera un seguimiento y se investigara a Leonardo Colmenares, profesor de inglés que le dio clases a su esposa.

Todo parece indicar que al interior del Ejército se señaló que el docente era un integrante del Frente Carolina Ramírez, de las disidencias de las Farc al mano de alias Iván Mordisco. Con esto, finalmente se justificaron varios seguimientos que se le hicieron a Colmenares, a quien incluso le rastrearon su ubicación por medio de su celular.

Los hechos son tan graves que la Procuraduría y la Fiscalía anunciaron las respectivas investigaciones para esclarecer lo sucedido, mientras que varios sectores políticos y sociales exigen la renuncia inmediata del general Ospina.