En estos últimos días lo que más se ha escuchado está relacionado con las maneras idóneas para salvarse en medio de un temblor, así como con cómo actuar en dado caso de que las cosas se salgan de control.
Es por esa razón que, de por sí, lo que se recomienda es tener preparado una mochila de emergencia con alimentos no perecederos, snacks (maní, frutos secos), agua en botella (la cantidad varía, según los miembros de la familia que reside en dicha residencia) y una cuchara y vasos descartables.
De igual forma, es importante alistar un botiquín de primeros auxilios, en el que se tiene que incluir suero fisiológico al 0,9 %, gasas estériles, tijeras punta roma, apósito, tela adhesiva, jabón neutro, guantes, termómetro, medicamentos y considerar las necesidades de los niños o personas de edad avanzada y discapacitados.
En ese sentido, la Cruz Roja internacional y el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático informó que se debe tener linternas con baterías, radios portátiles, silbatos, pilas, elementos reflectivos, lo que le permitirá dar señales de vida en caso de que ocurra un terremoto.
Pero detrás de todas estas recomendaciones se esconde una razón de peso por la que día a día se insiste en la importancia de alistar un kit y una mochila de emergencia, así como un botiquín de primeros auxilios. Pues, durante los últimos días, los temblores están ocurriendo de manera frecuente.
Considerando que los titulares de las últimas semanas evidencian una alta actividad sísmica resulta importante comentar que Colombia es un país sísmicamente muy activo, ya que está ubicado en una zona en la que confluyen las placas tectónicas Nazca, Suramericana y Caribe, según explicó el Servicio Geológico Colombiano.
También, el Servicio Geológico Colombiano, el SGC, reveló que en promedio Colombia registra alrededor de 2.500 sismos al mes, pero la mayoría son imperceptibles. Y ante la inquietud sobre si está temblando más que antes, explicó que no es así.
“Según el monitoreo 24/7 que hacemos desde el SGC, la actividad sísmica no presenta un aumento significativo respecto a otros años. La sensación de que tiembla más se da porque tenemos mejores herramientas para conocer y comunicar su ocurrencia”, escribió el SGC en su cuenta de X, red social antes Twitter.
Además, aclaró que no es posible predecir un sismo, a pesar de que hoy en día se cuenta con diferentes herramientas tecnológicas que envían alertas de un posible movimiento telúrico.
Es por esa razón que el Servicio Geológico Colombiano en su cuenta de X hizo énfasis en lo siguiente: “Estos son movimientos que se dan por la liberación de energía acumulada que se propaga en forma de ondas y, hasta el momento, NO existe un método científicamente comprobado que pueda predecir el momento o magnitud de un sismo ni sus réplicas”.
De allí radica la importancia de estar preparados y estar atentos a cualquier evento sísmico que se pueda presentar en el lugar en el que se encuentre. Además, resulta fundamental comentar que se debe actuar correctamente en medio de un evento sísmico, pues, cualquier error puede ‘pasar factura’.
Cabe aclarar que se debe contar con el conocimiento, así como con las herramientas necesarias, para poder sobrellevar un sismo, pues, según dijo el Servicio Geológico Colombiano, la duración de un temblor es relativa porque puede “referirse a la percepción de movimiento, al registro instrumental del sismo o al movimiento de la falla que lo originó”, de hecho, la distancia entre el epicentro y el lugar donde se siente, el tipo de terreno y el tipo de construcción son los factores que influyen en la duración del movimiento,