Steffany Barranco Oquendo, de 32 años, fue asesinada por su expareja sentimental este miércoles 29 de mayo en el Centro Comercial Santafé, en el norte de Bogotá. La mujer, oriunda del municipio de Malambo, en Atlántico, vivía desde hace un año en la capital del país.
Las autoridades detallaron que Steffany era empleada en el local de elementos de cocina en donde fue atacada durante su jornada laboral. “Es una mujer de 32 años que llevaba relativamente poco tiempo trabajando en ese local”, indicó la mayor Viviana Alvarado, jefa de la estrategia Bogotá Ciudad Púrpura, sobre el crimen.
Según confirmaron desde la Policía de Bogotá, el hombre llegó hasta el lugar de trabajo de Barranco y la agredió en repetidas oportunidades con un objeto cortopunzante. Versiones extraoficiales indican que el hombre supuestamente tomó el objeto del local donde la víctima trabajaba.
“En horas de la tarde en un centro comercial al norte de la ciudad, el victimario, luego de una acalorada pelea con su expareja, la agrede en múltiples ocasiones con un arma cortopunzante y le quita la vida. Él se autolesiona con la misma arma y tiene lesiones de consideración”, añadió la mayor Alvarado.
Steffany era madre de dos pequeños niños: Santiago y Samuel. Con frecuencia, en sus redes sociales, la mujer compartía publicaciones en las que manifestaba el profundo amor hacia sus hijos. Incluso, en una de las imágenes se observa un tatuaje con los nombres de los dos niños.
La mujer de 32 años exponía sus gustos musicales por algunos géneros como el vallenato y la champeta, así como su afición por el fútbol, especialmente por el Junior de Barranquilla.
Usualmente, también compartía con sus amigos sus fotos, junto a mensajes reflexivos. “Si mañana soy un recuerdo, espero ser de esos que te hacen sonreír”, escribió Steffany en sus redes sociales el pasado 5 de mayo, en una de sus últimas publicaciones.
Así la recordó su familia
Alonso Barranco, el padre de Steffany, recordó que los valores que le inculcó a su hija hicieron de ella una “gran mujer”. “Era la niña de mis hijos”, expresó en entrevista con Noticias Caracol.
Aunque, según las autoridades, la mujer no había interpuesto alguna denuncia por amenazas o violencia, sí le contó a su padre la situación que estaba atravesando. “Papi, vente para Bogotá, para que me ayudes con los niños porque me voy a dejar de Iván”, le comentó en una conversación.
“Ella venía teniendo problemas porque unos días antes le cogió la ropa y se la picó toda. Por eso, yo me quería ir para Bogotá, pero como el hombre ya sabía se adelantó, aseguró Alonso.