El 4 de diciembre de 2016, Yuliana Samboní, una niña de solo 7 años, fue brutalmente asesinada en el oriente de Bogotá por Rafael Uribe Noguera, un hombre que pertenecía a una destacada familia de la capital.

Ocho años después de este terrible suceso que conmovió a todo el país, Juvencio Samboní, el padre de Yuliana, decidió compartir públicamente su experiencia, relatando cómo ha sobrellevado este proceso lleno de dolor.

En una reciente entrevista con Red+ Noticias, Juvencio expresó la tristeza que aún lo embarga, pero también la resiliencia y fortaleza con las que su familia ha tenido que afrontar esta dura realidad.

El 4 de diciembre de 2016, Yuliana Samboní, una niña de 7 años, fue víctima de abuso y asesinato en el oriente de Bogotá.

En su relato, Juvencio compartió que, a pesar del sufrimiento y la tragedia vividos, su familia optó por rechazar cualquier tipo de compensación económica ofrecida por las autoridades. La propuesta de una indemnización no fue considerada como una manera de llenar el vacío emocional que la partida de Yuliana dejó en sus vidas.

Actualmente, la familia Samboní reside en el corregimiento de Milagros, ubicado en el municipio de Bolívar, en el departamento del Cauca, una zona afectada por la pobreza y las complejidades socioeconómicas.

“Ahora solo vivimos con miedo. Así quiera cuidarlos (a sus hijos) uno mantiene con temor. La vida de uno ya no es igual. Quedamos marcados por lo que nos pasó. Uno queda con temor de que con los niños nos vuelva a pasar lo mismo. Siempre lo pienso cuando me voy a trabajar”, mencionó el padre en el mencionado medio.

Juvencio, el padre de Yuliana Samboní, llora al recibir el féretro de su hija de siete años de edad, en la Funeraria Los Olivos, el martes 6 de diciembre de 2016 en Bogotá. Foto: Carlos Julio Martínez / SEMANA

Cada aniversario del asesinato de Yuliana es para este campesino del Cauca un recordatorio de un dolor inmenso, un momento en el que no puede dejar de lamentar no haber podido hacer nada para evitar que su hija cayera en las garras del monstruo que le arrebató la vida.

Esa sensación de impotencia lo persigue cada año, reviviendo el sufrimiento y la tragedia de un suceso que transformó para siempre su vida y la de su familia.

“De no haber podido ayudar a la niña y evitar esto que nos pasó a todo (...) Uno vive marcado pensando en el dolor de lo que a ella le tocó sufrir”, expresó Juvencio en la entrevista.