Colombia “no estaría de acuerdo” con el cierre del paso fronterizo de la selva del Darién en la frontera con Panamá, como lo propuso en campaña el presidente electo de ese país, José Raúl Mulino, dijo este sábado a la AFP el canciller Murillo.
“Es una conversación que se debe continuar, pero Colombia obviamente no estaría de acuerdo con cierre de fronteras y menos obviamente la frontera del Darién porque vemos que, al contrario, lo que tenemos que ofrecer es salidas más humanitarias para esta población que cruza por esa zona”, aseguró el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo, en una entrevista en Bogotá.
El “cierre” de esta ruta que une a ambos países fue una de las principales promesas de campaña de Mulino, elegido el 5 de mayo como nuevo mandatario de Panamá.
Encuentro de ambos países
Murillo añadió que el gobierno del presidente Gustavo Petro busca concretar una reunión con Mulino antes de su investidura, el 1 de julio, para discutir diferentes asuntos “teniendo como eje central los flujos migratorios”.
“La gente se va a mover y lo que tenemos que garantizar es que esa movilidad sea segura, que sea una movilidad regular y que la gente no caiga en manos” de criminales que se aprovechan de ellos durante la caminata.
¿Cierre de frontera?
El 16 de mayo, después de la elección de Mulino, su futuro ministro de Seguridad, Frank Ábrego, aseguró que el nuevo gobierno no piensa levantar un muro en la frontera, pero sí deportará a los caminantes que crucen hacia su país.
El gobierno colombiano no había comunicado una posición oficial frente a estas declaraciones. Murillo agregó que confía en que las promesas de Mulino “se dieron en el calor de la campaña” electoral.
“Creemos y estamos casi seguros que no se presentaría una situación de esta naturaleza porque tenemos acuerdos en el marco de la declaración de Los Ángeles” sobre migración “que no llevan a eso”, complementó el canciller Luis Murillo.
Murillo asumió como ministro de Relaciones Exteriores de Colombia la semana pasada, tras una inhabilitación de su antecesor, Álvaro Leyva. Desde hace unas semanas, venía desempeñándose como canciller encargado al mismo tiempo qué embajador ante Estados Unidos, cargo que no ocupará más.
Plan para Haití
El presidente Gustavo Petro le encargó a Murillo diseñar una estrategia para sacar a Haití de la grave crisis política y de seguridad en la que está sumergida tras la renuncia del primer ministro Ariel Henry, en marzo, contó el canciller por primera vez este sábado.
El ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo expresó “El presidente Petro nos ha dado instrucción” de “poder diseñar un plan que permita varias cosas”. Primero, “hemos ofrecido un mecanismo” para “que podamos entrenar (en Colombia) a integrantes de la policía haitiana” en la lucha contra las pandillas. Además, “nos gustaría entrar rápidamente a proveer una ayuda humanitaria”, sostuvo.
Según Murillo, el presidente de Brasil, Luz Inácio Lula da Silva, es un aliado de Colombia en esta iniciativa y Petro intentará a convencer a otros países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) para sumarse.
Una embajada en Ramala
Con el objetivo de tener un rol protagonista a favor de los “pueblos que han estado bajo opresión”, Colombia se convirtió en uno de los principales aliados de los palestinos en el mundo tras el inicio de la guerra entre el grupo islamista Hamás e Israel, en octubre de 2023.
Gustavo Petro condena enérgicamente las acciones del ejército israelí en la Franja de Gaza y rompió relaciones con Israel, lo que convirtió a Colombia en el país más grande en tomar esa decisión, además de Belice y Bolivia.
Recientemente, el gobierno colombiano confirmó que abrirá una embajada en la ciudad palestina de Ramala, en Cisjordania, una labor para la que “ya hay un equipo trabajando”, según Murillo. “Colombia está mostrando el camino”, concluyó el nuevo jefe de la diplomacia colombiana.
*Información de AFP