En la medianoche del lunes una avalancha en el municipio de Quetame le arrebató la vida a 14 personas y alrededor de 20 están desaparecidas. Este hecho tomó por sorpresa a unas 30 familias campesinas de la vereda Naranjal, quienes quedaron cubiertas por el agua y el lodo. La tragedia también dejó grandes daños materiales, pues hasta un puente en la vía al Llano fue derribado.
“Terrible, horriblemente. Fue una cosa que en la vida no habíamos visto. Eso fue terrible, nosotros estábamos durmiendo y sentíamos la quebrada tronaba, sonaba feo. Traqueó la casa donde nosotros habitamos, entonces nos levantamos porque realmente a nosotros el terror nos pudo”, fue el testimonio de una de las sobrevivientes, la señora María Dioselina Rodríguez.
Muchos conductores que transitaban cerca al peaje de Naranjal tuvieron que abandonar sus vehículos para salvar sus vidas, pues sus carros quedaron aplastados por el lodo. “Esperaron un rato, estuvieron por ahí mirando. Cuando ellos dijeron que iban a arrancar, escucharon el estruendo y el policía de tránsito les empezó a decir ‘corran, corran’, y ellos salieron a correr y los carros quedaron”, dijo Shirley Castro, esposa de uno de los transportadores.
Tío rescató cadáver de su sobrina
El cuerpo de Estefi Viracachá Cruz, de 13 años, y quien fue una de las 14 víctimas mortales, fue rescatado por su tío, Héctor Moreno. “Ella era mi sobrina. La mamá también cayó en eso, cayó el papá, cayeron los otros primos y cayeron todos”, señaló el señor.
El pasado sábado, Estefi había recibido un reconocimiento por su desempeño en la Liga de Patinaje de Cundinamarca. Por la avalancha en Quetame, que ocurrió hacia la medianoche del lunes, otras trece familias también están de luto.
Un hombre que trabaja en la Agencia Nacional de Infraestructura sobre el mismo puente que terminó destruido solo pudo rescatar las dos guitarras de su suegro. Afirma que por lo menos ocho personas allegadas a su esposa permanecen desaparecidas.
Además de las pérdidas de vidas humanas, muchos emprendedores también se quedaron sin sustento. “Ahí están los cadáveres de nuestros amigos. Estamos evacuando lo que más podemos, porque tenemos un proyecto de gallinas y eso se fue a pique por el desastre”, indicó una víctima.
¿Qué fue exactamente lo que ocurrió?
En la madrugada de este martes 18 de julio se reportó una grave emergencia en la vereda Naranjal, ubicada en el municipio de Quetame, Cundinamarca. Debido a las fuertes lluvias que han azotado la región en las últimas horas, se generó una avalancha que por momento deja 14 personas fallecidas, 20 desaparecidas y varias viviendas afectadas.
Las crecientes súbitas también han afectado el peaje en la vía Bogotá-Villavicencio, obligando a su cierre temporal, por lo que cientos de vehículos se encuentran estancados en la vía.
Por su parte, Nicolás García, gobernador de Cundinamarca, informó que las autoridades y los equipos de socorro se encuentran en el lugar de los hechos realizando las labores de búsqueda y rescate. Asimismo, evacuando y ayudando a las familias que perdieron todo. Cerca de 20 viviendas quedaron totalmente sepultadas.
Álvaro Farfán, capitán de bomberos del cuerpo oficial de Cundinamarca, dijo que “tras una primera inspección, los primeros afectados fueron trasladados a centros médicos de Villavicencio y Cáqueza. Tan pronto aclare el día se comenzará la búsqueda de desaparecidos, de acuerdo con el informe de familiares. Las labores para sacar y rescatar algunos cuerpos que hemos divisado se realizarán con personal de Bomberos, Defensa Civil y la Cruz Roja”.
A su turno, Camilo Parrado, alcalde de Quetame, Cundinamarca, hizo un llamado a las autoridades pertinentes a generar un monitoreo constante en otros municipios de la región para evitar que se presente la misma tragedia.
Vía al Llano cerrada
Asimismo, el Programa de Seguridad en Carreteras Nacionales del Invías reportó sobre la medianoche de este martes, el cierre total preventivo de la vía Bogotá-Villavicencio debido al desbordamiento del río en el sector del peaje de Naranjal. Este cierre afecta ambos sentidos de la vía y, hasta el momento, no se ha establecido una ruta alterna.
Las autoridades informaron que el cierre total de la vía es desde el kilómetro 0+000 hasta el kilómetro 85+000, como resultado del desbordamiento de las quebradas Marcelita y Estaquecá en la zona de Quetame. La situación ha generado una emergencia que impide la normal movilización de los vehículos.
De igual manera, Coviandina, el organismo encargado de la administración, operación y mantenimiento de la vía Bogotá-Villavicencio, comunicó a través de su cuenta de Twitter que debido a la emergencia se está inspeccionando y revisando la vía; sin embargo, no se tiene un tiempo estimado para su apertura.
Cabe señalar que la creciente súbita se llevó parte del puente, de la bancada que se encuentra a unos metros del peaje Naranjal, razón principal por la que se impide el paso de los vehículos. Las autoridades ya se encuentran adelantando las labores de limpieza y remoción de escombros.