Equipos de rescate suspendieron por este martes la búsqueda de sobrevivientes bajo un alud de tierra que dejó al menos 15 muertos y 13 desaparecidos en la carretera que conecta a Bogotá con el sureste de Colombia. El derrumbe ocurrió en Quetame, una población del departamento de Cundinamarca que ahora está desconectada de la capital.
“Tenemos hasta el momento un saldo de 15 personas que fueron halladas sin vida” y “seis lesionados”, dijo el capitán Álvaro Farfán, del cuerpo de bomberos, en un video enviado a medios.
Según el responsable, las labores de rescate fueron suspendidas al caer la noche y se reanudarán en la mañana del miércoles. Trece personas aún están bajo los escombros. En un primer balance en la mañana, la Defensa Civil había dado cuenta de ocho personas muertas por el desastre, causado por fuertes lluvias, y hacia el mediodía la cifra subió a 14.
Familiares acudieron al lugar desesperados por saber la suerte de sus allegados. Alejandro Bernal viajó desde Bogotá para buscar a su abuela, tíos, primos y amigos que vivían en la zona. “Queremos de cierta forma ayudar, buscar los cuerpos. En caso tal de que tal vez no tengamos la oportunidad de encontrarlos (vivos), por lo menos saber de ellos y darles la santa sepultura”, precisó.
Avenida torrencial
La avalancha abrió una grieta en la montaña. “Debido a las fuertes precipitaciones presentadas en la tarde y la noche de ayer (lunes), sobre las 23h15 se presentó una avenida torrencial”, explicaron los bomberos del departamento de Cundinamarca.
El deslizamiento ocurrió cerca de un puesto de peaje ubicado a unos 60 kilómetros de la capital y destruyó un puente de la carretera que une al centro de Colombia con Villavicencio, una ciudad de alrededor de medio millón de habitantes.
El barro obstruyó la vía, uno de los principales corredores de carga del país, constató un reportero de la AFP. La carretera, donde esa clase de derrumbes son habituales, permanecía cerrada y varios camiones y motocicletas quedaron atrapados.
El gobernador del vecino departamento del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, advirtió sobre “pérdidas millonarias” para los transportadores de alimentos y otros productos hasta que se resuelva la situación. Autoridades informaron que reparar los daños tomará entre dos y tres semanas.
Dos metros de barro
“La muerte que llega a Quetame, Cundinamarca, demuestra la imperiosa necesidad de ordenar el territorio alrededor del agua (...) Mi sentido pésame a las familias víctimas”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente izquierdista Gustavo Petro.
El Ejército desplazó a 80 militares a la zona para ayudar en la búsqueda de los desaparecidos, mientras trabajadores con maquinaria pesada intentaban el martes remover las rocas y el barro. De su lado, el alcalde del municipio, Camilo Parrado, lamentó que “muchos hogares perdieran dos, tres y hasta cuatro miembros de su familia”.
Los bomberos evacuaron a una cuarentena de sobrevivientes. Seis de ellos fueron llevados con heridas a centros médicos. El alud alteró el tráfico en Bogotá. Medios locales mostraron monumentales embotellamientos en la salida de la ciudad hacia Villavicencio, la principal urbe del suroriente colombiano.
La temporada de lluvias en Colombia se inició en junio y suele extenderse hasta noviembre. El año pasado dejó unos 300 muertos y 700.000 afectados, incluidas 34 personas que murieron cuando el autobús en el que viajaban quedó sepultado bajo un alud en el oeste del país.
Con información de AFP