Este 24 y 25 de mayo, una cadena de sismos se registró en Colombia en distintas zonas, pero con epicentro en el mar Caribe. El Servicio Geológico Colombiano reportó que se trató de movimientos telúricos que se sintieron en varias zonas del país, los dos más fuertes con magnitudes de 6,6 y 4,6, y una profundidad menor a 30 km.
El primero que se reportó en la noche del miércoles fue un sismo de magnitud 6,6 que se sintió en varios departamentos del país, como Antioquia, Córdoba y Chocó.
De acuerdo con el reporte del SGC, el evento sísmico ocurrió a las 10:05 p. m. y su epicentro se produjo en el mar Caribe, a 41 km de la localidad de Acandí, en Chocó. Adicionalmente, se informó que el temblor tuvo una profundidad superficial, menor a 30 km.
Minutos más tarde, el SGC reportó otro sismo, con epicentro en la misma zona, en el mar Caribe, a 34 km de Acandí, pero de menor magnitud 4.6. Este evento sísmico ocurrió a las 10:14 p. m.
Posteriormente, dos réplicas más fueron reportadas: una a las 10:23 p. m. de magnitud 3.6 y otra a las 10:56 p. m. de magnitud 3,1.
Frente a esto, usuarios de Twitter señalaron que el sismo se sintió con fuerza en la ciudad de Medellín y en varios municipios del departamento de Antioquia. Así mismo, en la ciudad de Montería y en localidades de Córdoba. Incluso, varios usuarios indicaron que se percibió en Bucaramanga y Bogotá.
También, a través de las redes sociales, se difundieron videos que muestran los instantes de pánico que se registraron en medio del sismo en localidades del Urabá, como Necoclí, Antioquia.
Bajo esta premisa, se presentó un extraño fenómeno, pues la madrugada de este jueves, 25 de mayo, también estuvo marcada por varios temblores que se presentaron nuevamente en el mar Caribe.
Según el boletín del SGC el primero se presentó 01:48 a.m., con una magnitud 3.6 y una profundidad superficial menor a 30 km. Asimismo, de acuerdo con el Servicio Geológico Colombiano, el evento se registró a unos 20 kilómetros de Acandí, Chocó.
A las 02:35 a.m. con una magnitud de 3.5 y una profundidad menor a 30 km.
Horas después, precisamente a las 03:47 a.m., se presentó otro sismo de 2.3 en el mar caribe, con una profundidad también menor de 30 km.
El SGC afirmó también que se presentó otro fenómeno a las 04:02 a.m., con una magnitud de 4.2 y una profundidad menor a 30 km.
¿Qué significaría?
Frente a la razón de por qué tiembla tanto en Colombia, desde el Ministerio de Minas y Energía se explicó que esta región es sísmicamente muy activa, pues hay diferentes placas tectónicas que están en contacto y esto hace que se generen las sacudidas de la tierra en la mayor parte del territorio. En promedio, cada mes se pueden contabilizar hasta 2.500 temblores.
Los lugares de Colombia donde se presenta este fenómeno con mayor frecuencia están ubicados en las costas y alrededor de las cordilleras. Hay un sector donde ocurren sismos casi todos los días y representa el 60 % de los movimientos ocurridos en el país: el municipio de Los Santos, en Santander.
En su mayoría, no son de magnitud ni de intensidad relevante, por lo que muchos de ellos ni siquiera se sienten. Así lo ha probado la Red Sismológica Nacional, que lleva 30 años monitoreando esta actividad natural en el país. Durante ese largo período, la entidad ha registrado casi 300.000 eventos de este tipo.
Ahora bien, donde ya ha ocurrido un temblor de gran magnitud es probable que en el futuro vuelva a presentarse, tal como se ha reportado en el departamento de Santander, “por eso es tan clave que tengamos presente la historia sísmica de nuestro país y de nuestras regiones”, manifestó el Servicio Geológico Colombiano.
Otro de los puntos importantes en este fenómeno son las réplicas, definidas por los científicos como los movimientos que se dan luego de un temblor, cuya magnitud es menor a este y ocurren en la misma región. Por lo general, se dan sismos superficiales, los cuales tienen lugar a menos de 30 kilómetros del suelo.
El efecto de una sacudida telúrica en la infraestructura de un lugar está relacionada con su magnitud y profundidad. A mayor magnitud y menor profundidad, mayor impacto habrá. Otro de los escenarios es que, “entre más profundo sea un sismo, más puede expandirse su energía en el territorio”.
Es importante recordar que no existe un método comprobado técnica y científicamente que facilite predecir un temblor. Frente a esta situación, el SGC dijo que lo mejor que se puede hacer es “prepararnos para minimizar sus impactos y contar con construcciones sismorresistentes es la mejor forma de hacerlo”.