Este sábado 22 de julio el Servicio Geológico registró un nuevo temblor que sacudió al departamento de Cundinamarca, el cual tuvo poca profundidad y una magnitud moderada. Este movimiento telúrico se presentó a las 11:32 de la mañana y tuvo epicentro en Cucunubá, Cundinamarca con una magnitud de 3,0, por lo que el Servicio Geológico lo catalogó como leve.

La profundidad del temblor fue de 156 kilómetros y afortunadamente no se han registrado daños causados por el mismo.

Los temblores o terremotos son fenómenos naturales que ocurren porque repentinamente se libera la energía acumulada en la corteza terrestre. En Colombia, estos fenómenos se deben a la actividad tectónica de la placa Sudamericana y la placa del Caribe, las cuales están en movimiento constante.

En el momento en que estas placas se deslizan, chocan o se separan, pueden generar tensiones en las rocas que, cuando se liberan, producen movimientos telúricos.

Para detectar estos movimientos el Servicio Geológico Colombiano (SGC) tiene un sistema de 339 estaciones sísmicas que están ubicadas estratégicamente en todo el territorio nacional, incluyendo donde se presenta actividad volcánica.

De estas estaciones, 206 hacen parte de la Red Sísmica Nacional y las 133 estaciones restantes se ubican en los volcanes activos que tiene el país, con ellos se monitorean de forma continua y precisa a través de tres sistemas vulcanológicos y sismológicos.

El Sistema Geológico Colombiano cuenta con estaciones e instrumentos que detectan cualquier posible emergencia. | Foto: El País

Gracias al monitoreo constante y a la cobertura que se realiza en el país, las autoridades pueden estar alertas ante los eventos que potencialmente pueden generar peligro y se facilita la tarea de prevención para proteger la vida y los bienes de todos los colombianos y colombianas.

La red sísmica y vulcanológica es muy importante para la vigilancia y estudio de los fenómenos naturales que puedan afectar al país, y refuerza la mitigación de riesgos y preparación ante los desastres naturales que puedan suceder.

¿Cuáles son las zonas donde más tiembla en Colombia?

Debido a la ubicación geográfica del país, muchas zonas están propensas a sufrir movimientos sísmicos, entre los lugares más afectados se encuentra:

  • La región del Eje Cafetero: Tiene una belleza paisajística que deleita a sus pobladores y es muy famosa por su producción de café, sin embargo, es una zona propensa a sismos. El terremoto de 1999 que azotó el Eje Cafetero causó enormes daños, resaltando la necesidad de construcciones resistentes y la implementación de protocolos de seguridad.
Aunque puede temblar en todo el país, hay zonas más propensas que otras.
  • La costa del Pacífico: Esta región se encuentra ubicada en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona altamente sísmica. Las ciudades costeras como Buenaventura, Tumaco y Quibdó son particularmente propensas a la actividad sísmica y deben estar preparadas para enfrentar futuros temblores.
  • Bogotá y la región andina: La capital del país y otras ciudades de la región Andina se encuentran en una zona sísmicamente activa debido a su proximidad a la Cordillera de los Andes. Aunque no está en una zona de alta frecuencia sísmica, la densidad poblacional y la concentración de infraestructura hacen que cualquier temblor pueda tener un gran impacto.

Caber resaltar que, aunque estas son las zonas más afectadas históricamente, los temblores pueden suceder en cualquier parte del país, por ello, es fundamental que tanto los gobiernos locales como la población estén preparados y capacitados para enfrentar y responder adecuadamente a estos eventos naturales.

El epicentro del sismo de 1999 en el Eje Cafetero fue el sector Carniceros, entre los municipios de Pijao y Córdoba (Quindío), pero sufrieron impacto 28 municipios, entre ellos Chinchiná (Caldas) y Pereira (Risaralda).

Colombia ha experimentado a lo largo de su historia una serie de temblores devastadores que han dejado una profunda huella en la memoria de sus habitantes. Estos eventos sísmicos han ocasionado pérdidas humanas y materiales significativas, y han despertado la preocupación de las autoridades y la población sobre cómo enfrentar y mitigar los efectos de futuros sismos.