El Aeropuerto El Dorado de Bogotá está en el centro de la atención de los medios ante la llegada de personas de diferentes países de áfrica. Los bloqueos ante la gran llegada de personas es un problema gran problema, ya que estos ciudadanos no pueden llegar a El Salvador y, posteriormente, a Estados Unidos. El debate sobre la migración y los riesgos que enfrentan los niños en estos viajes es un debate que está sobre la mesa.
Sin embargo, antes de esta situación, hay otras personas que no vienen de países africanos y que también están ‘varados’ en el aeropuerto, como el caso de César Augusto Facciola, de 70 años, y su mamá, la señora Beatriz, de 90 años, dos personas de la tercera edad que duermen en las bancas de esta terminal aérea por la necesidad económica.
Cabe resaltar que en este aeropuerto unas 5.000 personas transitan todos los días, y estos dos adultos mayores llevan más de cinco meses viviendo en el lugar, pero hasta el momento, su historia no había llamado la atención.
Problemas de salud
Ante noticias RCN, César Augusto contó que dormir en el aeropuerto no es cómodo, ya que las sillas del lugar no están diseñadas para este propósito y la postura que debe tomar para descansar hace que sus problemas de salud se agraven y le duelan los huesos, se inflamen sus piernas y tenga muchos problemas en su espalda.
En la entrevista, Facciola reveló las dificultades que experimentó, incluida la desesperación de su madre en momentos de extrema dificultad.“Hemos tenido muchos altibajos, hay momentos en que ella se desespera y me dice: ‘Sáqueme de esto, por favor’”, indicó.
Además, confesó que ha tenido pensamientos suicidad pero que trata de sobrevivir por su mamá y la necesidad de salir de esa situación. Ante la falta de alimentos, ambos salen del aeropuerto para buscar ayuda en las calles de Bogotá y regresan al aeropuerto a las 7:00 p.m.
¿Por qué viven en el aeropuerto?
Augusto hizo un negocio que resultó infructuoso, lo que los llevó a la situación actual. Tres años atrás invirtió 600 millones de pesos para vehículos de carga, sin embargo, lo perdió todo, incluso la casa en la que vivían en el barrio Cedritos, un exclusivo sector de norte de Bogotá, en arriendo, pero al no poder pagarlo tuvieron que salir de allí.
César asegura que solo quiere encontrar un empleo en temas jurídicos o proyectos económicos, en los que es experto, y de esta manera salir de la crisis en la que se encuentra, pues asegura que su mamá no sobreviviría si la ingresan en un hogar geriátrico.