Contar con un sistema de transporte eficiente y moderno es uno de los sueños que por décadas han tenido los bogotanos. Por ello, ad portas de las elecciones regionales, se revivió el debate entre el presidente de la República, Gustavo Petro y la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, sobre convertir en subterráneo un tramo de la primera línea, aunque esto implique postergar la inauguración.
Así lo hizo saber Petro, a través de sus redes sociales, donde señaló que se han incumplido los acuerdos: “Se acordó trabajar una fase de la primera línea elevada entre el patio taller y la carrera 50 y a partir de allí una fase subterránea hasta la calle 100 en el norte que sería licitada por la nación y que ya tiene estudios de detalle. Se pidió concepto a la sociedad colombiana de ingenieros que está en curso. Nos encontramos que incumplieron este acuerdo con la nación”, escribió el jefe de Estado.
Por lo anterior, Claudia López, se vio en la necesidad de responderle a Petro, subrayando que no se han cumplido los acuerdos y que, por el contrario, la obra sigue avanzando.
“Presidente, el Ministerio de Transporte contrató la semana a pasada, el 19 de julio, el análisis de viabilidad de esa alternativa que usted propone. Estamos a la espera de que nos informen los resultados. Usted nunca me ha pedido ni yo aceptaría parar el Metro y su contrato. Por eso la obra avanza y los estudios que ustedes se comprometieron a hacer comienzan. Eso en relación con lo acordado en la mesa técnica”, precisó López.
Además, la alcaldesa, también hizo énfasis en que la mesa jurídica dice que es viable cambiar el contrato, mientras que otros dicen que no.
“En relación con la mesa jurídica, dado que sus conceptos dicen que es viable cambiar el contrato y los nuestros dicen que no, se acordó que cuando los estudios del Ministerio de Transporte y SCI tengan una alternativa viable conforme a los requisitos de Ley y a la relación beneficio costo, la misma se consultará jurídicamente con el Consejo de Estado”, aclaró la mandataria local.
Asimismo, en Twitter, la bogotana añadió que: “Ese es el estado de lo acordado en las mesas de trabajo, una vez se retomaron desde febrero, cuando en el viaje a Guaviare de Asocapitales usted nos aclaró que no estaba pidiendo parar el contrato de la primera línea del Metro ni amenazando a Bogotá con quitarle los recursos de la segunda línea a Suba y Engativa”.
Según ella, la prioridad es que las obras avancen lo más rápido posible y que el nuevo sistema de transporte se inaugure en 2028: “No más charla, más trabajo; 40 años le tomó a Bogotá pasar del primer estudio al primer contrato de la primera línea del metro”.
Incrementos de presupuesto para el metro subterráneo
Es de resaltar que esta controversia se enfoca en sí vale la pena o no correr más riesgos financieros o jurídicos, pues implica reabrir un proyecto ya contratado. Según el actual consorcio encargado, cada kilómetro subterráneo puede costar hasta 2,5 más que uno elevado, lo que haría que el costo inicial se eleve a un 50%. Además, para el metro elevado que ya avanza en obras y con 4.200 trabajadores, por lo que el proyecto tiene un avance del 24% y para fin de año se espera alcanzar un 35%.
Y como si fuera poco, existen la gran probabilidad que se interpongan demandas por detrimento patrimonial contra la Alcaldía por los gastos que se hicieron para un metro elevado que ya no se realizaría.