La libertad y posterior deportación del exmiembro del cartel de Medellín Fabio Ochoa, ha despertado todo tipo de reacciones en Colombia, especialmente entre sus víctimas, aun cuando él asegura ser inocente de los delitos que lo mantuvieron tras las rejas por más de 20 años.

Para la ley colombiana, Ochoa no tiene asuntos pendientes con la justicia local. Sin embargo, quienes fueron víctimas de la violencia del cartel de Medellín en los años ochenta y noventa, no comparten esta decisión del Estado y le han pedido al exlíder tener compromiso con la verdad.

Uno de ellos es Ricardo Medina, hijo de Álvaro Medina Ochoa, magistrado de la Sala Penal del Tribunal Superior de Medellín, quien fue asesinado el 8 de abril de 1985 por orden del cartel de Medellín. Crimen que hasta la fecha sigue en la impunidad.

Ochoa estuvo más de 20 años tras las rejas. | Foto: AFP

La petición de Medina radica en que el asesinato de su padre y otros miembros de la rama judicial, ocurridos durante esa violenta época, sean declarados como crímenes de lesa humanidad. Pero, para que ello suceda, Ochoa debe aportar información que permita conocer a fondo cómo, cuándo y quiénes hicieron parte de estos hechos que acabaron con la vida de cuatro togados.

“La llegada de este señor nos va a permitir si él no quiere sí, sí, su compromiso de verdad es con las víctimas, tener una declaración que ratifica que estos crímenes fueron ordenados en su ejecución por parte de estos determinadores del Cartel de Medellín y buscar así la declaratoria de lesa humanidad, argumentó Medina en conversación con Blu Radio.

A esa voz se sumó Carlos Mario Zuluaga, hijo del magistrado Gustavo Zuluaga Serna, quien también murió a manos del cartel de Medellín el 31 de octubre de 1986.

Según lo dicho por Zuluaga, Ochoa no enfrentaría la apertura de nuevos procesos judiciales ni condenas en su contra por su proceder en el periodo que fungía como uno de los líderes del grupo criminal antioqueño. Pero indicó que sería importante pujar para que el exnarcotraficante mantenga un compromiso con la verdad y así aportar a la historia del país para que estos hechos no se repitan.

“Para las víctimas sería muy importante que él pudiera decir algún tipo de verdad, pues obviamente, no se va ni autoincriminar, ni nada de esas cosas, pero sí por lo menos saber algo para que quede para la historia”, comentó Zuluaga.

El exnarcotraficante descartó ser gestor de paz. | Foto: AFP or licensors

A su llegada al país, Ochoa descartó servir como un gestor de paz, figura jurídica con la que sería posible el aporte del mismo a la verdad y que respondería a la solicitud de las víctimas.