En la era digital, los teléfonos móviles se han convertido en una extensión de nosotros mismos, acompañándonos a todas partes, incluso a la hora de dormir. Sin embargo, la proximidad del celular durante la noche puede tener consecuencias tanto para la calidad del sueño como para la salud.
La inteligencia artificial (IA) ha comenzado a analizar este fenómeno, proporcionando recomendaciones sobre la distancia ideal del dispositivo durante la noche. Según indicadores, la luz azul emitida por las pantallas de los teléfonos puede interferir con la producción de melatonina, la hormona responsable de regular el sueño.
La exposición a esta luz, especialmente en las horas previas a dormir, puede dificultar el inicio del sueño y afectar su calidad. Por lo tanto, se recomienda que los usuarios eviten el uso del celular al menos una hora antes de acostarse.
Respecto a la distancia, la IA sugiere que lo ideal es mantener el celular a un mínimo de un metro de distancia de la cama. Esta separación no solo reduce la exposición a la luz azul, sino que también limita el impacto de las ondas electromagnéticas, aunque la evidencia científica sobre este último punto es aún debatida.
Además, se aconseja establecer un “horario de desconexión” para el celular, creando un espacio físico y mental entre el usuario y el dispositivo. Colocar el celular en otra habitación o en un lugar accesible, pero alejado de la cama puede fomentar hábitos más saludables, como la lectura o la meditación, en lugar de pasar tiempo en redes sociales o aplicaciones.
Por otro lado, se sugiere utilizar funciones de “no molestar” o “modo noche” en los dispositivos, que reducen la emisión de luz y limitan las notificaciones. Estas herramientas pueden ayudar a minimizar las distracciones y fomentar un entorno más propicio para el sueño.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.