Aunque es cada vez más común que los niños estén familiarizados con la tecnología desde temprana edad, comunidades científicas han llamado la atención sobre la importancia de dar acceso a dispositivos digitales, teniendo en cuenta la etapa de la vida en la que se encuentra el niño.
Colectivos como la Asociación Francesa de Pediatría Ambulatoria han dado su aval a la regla 3-6-9-12, una herramienta que oriente a los padres y cuidadores para elegir cuál es el mejor momento para que un niño acceda a ciertas tecnologías.
Antes de los 3 años
En los primeros años de vida, los niños desarrollan el mayor número de conexiones neuronales, habilidades sociales y emocionales, y destrezas motrices. Por esa razón, necesitan una estimulación de su entorno por medio del juego, la interacción con adultos, la lectura, la música y la exploración.
No obstante, esta capacidad de aprendizaje y desarrollo se ve limitada cuando los bebés son expuestos a las pantallas de celulares o tabletas. De esa manera, estudios han concluido que las pantallas no aportan beneficios a los niños entre los 0 y los 3 años.
Antes de los 6 años
Los expertos explican que las consolas de videojuegos no deben permitirse a los niños antes de los 6 años, con el fin de evitar problemas de sedentarismo o de sobrepeso. Esta medida también es importante para disminuir posibles conductas de ciberdependencia.
Algunos profesionales de la salud señalan que en esa etapa de la vida, el autocontrol de los niños no está desarrollado ni tampoco la habilidad para diferenciar la realidad de la ficción.
Antes de los 9 años
En esta edad, los niños pueden acceder a tecnologías sin internet, con contenidos como videos, imágenes, textos y audios. Es importante que los contenidos sean apropiados para la edad de los menores y sean revisados.
Antes de los 13 años
Desde los 9 años y hasta los 13 años, los niños desarrollan habilidades para navegar en internet. Aunque en esta etapa es posible darles acceso a internet, se recomienda establecer acuerdos sobre el uso responsable, horarios y límites de tiempo en su conexión.
Estas medidas se pueden apoyar en sistemas de control parental y configuraciones de seguridad en los dispositivos para proteger a los niños. El diálogo, la confianza y los acuerdos son fundamentales para que los hijos utilicen con responsabilidad estas plataformas.
Después de los 13 años
A partir de los 13 años, los adolescentes cuentan con habilidades sociales, psicológicas y emocionales que les permiten utilizar internet y las redes sociales. No obstante, sigue siendo importante el control parental del uso de este tipo de plataformas.