La ansiedad es una emoción natural y común que experimentamos en diversas situaciones de la vida cotidiana. Sin embargo, cuando esta sensación se vuelve abrumadora, constante e incapacitante, puede indicar la presencia de un trastorno de ansiedad. En este artículo, se explora en qué momento la ansiedad cruza la línea y se convierte en un trastorno, así como los signos y síntomas que pueden indicar la necesidad de buscar ayuda profesional.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una respuesta normal del organismo frente a situaciones percibidas como amenazantes o estresantes. Es la manera en que el cuerpo y la mente reaccionan ante un peligro potencial, preparándonos para lidiar con la situación o huir de ella. En pequeñas dosis, la ansiedad puede ser beneficiosa, ya que nos ayuda a estar alerta y motivados para enfrentar desafíos. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve excesiva o desproporcionada en relación con la situación real, puede interferir con el funcionamiento diario y convertirse en un trastorno.
La línea entre lo normal y lo anormal
Según el portal de la Clínica Universidad de Navarra, la ansiedad se vuelve anormal cuando es desproporcionada y demasiado prolongada para el estímulo desencadenante. A diferencia de la ansiedad relativamente leve y transitoria causada por un evento estresante, los trastornos de ansiedad duran por lo menos seis meses y pueden empeorar si no se tratan.
Diferenciando entre ansiedad y trastornos: ¿Cuál es la diferencia?
Para diferenciar entre la ansiedad y los trastornos, el portal porquequieroestarbien menciona que es importante comenzar por definirlas. La ansiedad es una emoción que se caracteriza por sentimientos de malestar emocional y nerviosismo, pensamientos de preocupación y sensaciones físicas como la sudoración, la tensión muscular y la dificultad para respirar.
Por su parte, los trastornos de ansiedad son diferentes condiciones de la salud mental en los que una situación u objeto particular despierta una respuesta de ansiedad exacerbada que se mantiene en el tiempo y resulta muy difícil de manejar. Además, los síntomas pueden interferir con las actividades diarias, como el desempeño en el trabajo, el estudio y las relaciones familiares y personales.
Los signos reveladores de los trastornos de ansiedad
El portal de la Clínica Mayo (Mayoclinic) enumera una serie de síntomas comunes que pueden indicar la presencia de ansiedad. Estos incluyen:
- Sensaciones de nerviosismo, agitación o tensión, así como una sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe.
- Además, pueden experimentarse síntomas físicos como aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada, sudoración, temblores y sensación de debilidad o cansancio.
- Los problemas para concentrarse, conciliar el sueño y controlar las preocupaciones también son señales de advertencia.
Los diversos rostros de los trastornos de ansiedad
Existen varios tipos de trastornos de ansiedad, cada uno con sus propias características distintivas:
- Agorafobia: Un miedo intenso a lugares o situaciones que pueden causar pánico, haciendo que la persona busque evitarlos.
- Trastorno de ansiedad debido a una enfermedad: Síntomas de ansiedad o pánico causados directamente por problemas de salud física.
- Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): Caracterizado por preocupaciones persistentes y excesivas sobre actividades o eventos cotidianos, a menudo difícil de controlar y que afecta físicamente.
- Trastorno de pánico: Episodios repentinos de ansiedad intensa y miedo, acompañados de síntomas físicos como dificultad para respirar o dolor en el pecho.
- Mutismo selectivo: Incapacidad para hablar en ciertas situaciones, como en la escuela, a pesar de poder hacerlo en otras circunstancias.
- Trastorno de ansiedad por separación: Ansiedad excesiva relacionada con la separación de los padres u otras figuras paternales.
- Trastorno de ansiedad social (Fobia Social): Miedo intenso a situaciones sociales debido a preocupaciones sobre ser juzgado o percibido negativamente.
- Fobias específicas: Ansiedad notable en respuesta a objetos o situaciones específicos, con un deseo de evitarlos.
- Trastorno de ansiedad inducido por sustancias: Síntomas de ansiedad causados directamente por el uso indebido de drogas.
- Otros trastornos de ansiedad específicos y no específicos: Ansiedad y fobias que no cumplen con los criterios precisos de otros trastornos pero que aún así son preocupantes.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.