El nombre de Albert Einstein siempre está relacionado con la física y al hablar de él se hace referencia a un genio en esa materia. Sin embargo, todo gran pensador acaba trascendiendo más allá de la materia en la que destacó.
Así es como el autor de la teoría de la relatividad dejó grandes reflexiones entre sus notas, escritos y correspondencia que permiten a los expertos adentrarse en su filosofía y manera de entender la vida.
Una de esas reflexiones hace referencia a un tema que a todo el mundo le interesa: alcanzar la felicidad. Entre los documentos en los que Albert Einstein se refirió a la vida y las claves para ser feliz se destacan varias enseñanzas
“Si quieres una vida feliz, vincúlala a un objetivo, no a personas o a objetos”, dice uno de los fragmentos.
Desde este punto de vista, Einstein entendía la felicidad como un camino y no como un destino. Atreverse a lograr los objetivos, no rendirse, la búsqueda del conocimiento y la generosidad hacia los demás son las claves de felicidad para Albert Einstein.
Por ello, el científico consideraba imprescindible mantener siempre una actitud curiosa con la que preguntarse el porqué de las cosas, lo cual lleva a aprender y crecer como persona.
Según el científico, una buena combinación para esta actitud es la creatividad, pues permite encontrar soluciones a través de la imaginación, mucho más amplia que el limitado conocimiento. En este camino es fundamental no rendirse nunca y afrontar los fracasos como experiencia adquirida y una oportunidad para mejorar. “Todo ello con una vida modesta como base, donde valorar lo simple y no depositar tu satisfacción en objetos materiales ni la consecución obsesiva del éxito”, decía.
Cómo alcanzar la felicidad en 13 palabras
Corría el año 1922 cuando el científico alemán se encontraba en un hotel de Tokio. Cuando un joven cartero japonés se presentó ante su puerta, Einstein quiso entregarle una propina. Se desconoce si el científico no tenía unas monedas a mano en ese momento o fue el repartidor quien las rechazó educadamente, en cualquier caso, Einstein le “pagó” de alguna manera.
La propina consistió en dos notas en las que Albert Einstein formuló la ‘Teoría de la felicidad’. Una de ellas tenía impreso el logo del hotel y Einstein escribió en alemán 13 palabras: “Stilles bescheidenes Leben gibt mehr Glueck als erfolgreiches Streben, verbunden mit bestaendiger Unruhe”, que traduce: “Una vida humilde y tranquila trae más felicidad que la persecución del éxito y la constante inquietud que implica”.
Igualmente, Einstein le entregó una segunda nota al joven en la que había escrito: “Donde hay voluntad, hay un camino”.
Las notas fueron conservadas el cartero japonés y se han mantenido hasta la actualidad. Paradójicamente, a pesar de las claves de Einstein para alcanzar la felicidad alejadas de lo material, las notas fueron subastadas por US$ 1,5 millones de dólares.
En 2017, la Casa Winner’s Auctions de Jerusalén subastó los dos documentos, vendidos por un familiar del mensajero que entregó el paquete a Einstein. La puja iniciaba en un precio de US$ 2000 y la cifra llegó a US$ 1.586.000.