Las hortensias llevan llamado la atención de todos los amantes de las plantas y las flores desde el siglo XVIII, cuando fueron introducidas en Europa traídas desde Japón.
Desde entonces, estas plantas se han adentrado en el mundo de la jardinería, siendo apreciadas por su llamativa floración y su capacidad para adaptarse a diferentes climas y entornos.
Una de las características más distintivas de las hortensias es su floración abundante y vibrante; flores que pueden adoptar diferentes formas, desde redondas y compactas hasta más sueltas y dispersas, y que están disponibles en diferentes tonalidades que van desde el rosa suave hasta el azul intenso.
Hortensia con flores rosas
Lo que necesitas es un sustrato menos ácido, es decir, más alcalino. Puedes conseguirlo de dos formas; la primera de ellas sería añadiendo cal al agua con la que las vas a regar, para lo que deberías añadir 1/4 de taza de cal en cuatro litros de agua.
La segunda forma, quizás la más sencilla, sería regarlas directamente con agua del grifo, tiene la suficiente cantidad de cal como para alcalinizar el suelo.
Hortensia con flores azules
En el caso de querer que las hortensia tengan flores azules, lo que necesitas es lo contrario, es decir, un suelo muy ácido y, por consiguiente, con un pH bastante alto. Para ello, puedes ir a alguna tienda de jardinería especializada y comprar algún producto específico que ayude a acidificar el suelo, como sulfato de aluminio.
Otra opción sería verter vinagre en el propio suelo diluyendo 1/4 de taza de vinagre en un litro de agua, mover ambos ingredientes muy bien hasta que queden completamente integrados y luego usar la mezcla resultante pare regar el suelo de tu hortensia.