Para evitar que las papas se sequen o se descompongan, deben ser almacenadas en el hogar de forma adecuada. Una de las recomendaciones para conservar estos tubérculos por más tiempo es almacenarlos en un espacio fresco para que no reciban de forma directa la luz solar.
Tenga en cuenta que las papas no deberían sumergirse en agua para guardarlas, pues estos tubérculos absorben mucha humedad, lo que acelera su maduración. En caso de que quiera sacar la tierra de las papas, puede utilizar un cepillo en seco.
Tampoco es la mejor alternativa guardar las papas junto a frutas o vegetales, dado que algunos podrían acelerar su tiempo de maduración. Y, en caso de encontrar alguna papa en estado de descomposición, debe deshacerse de ella antes de que pudra los demás tubérculos.
Aunque no es recomendable guardar las papas en la nevera, el congelador sí puede ser una buena opción. En este caso, es necesario cortar y blanquear las papas antes de dejarlas en refrigeración. Este es un truco que permitirá que las papas se conserven durante mucho más tiempo del usual.
Lo primero será pelar las papas, cortarlas en cubos o dedos de tamaño similar y remojarlas en agua fría para lavarlas muy bien. De ahí, deberá colocar a hervir una olla con agua y blanquear las papas durante unos 3 o 5 minutos, de acuerdo con el tamaño.
Una vez las papas estén blanqueadas, deben dejarse en agua helada para detener la cocción y evitar que se ablanden mucho. Y, finalmente, es importante escurrir el agua de las papas y colocarlas en una bolsa apta para el congelador.
De esta manera, cada vez que necesite papas para alguna preparación, podrá dejar que se descongelen a temperatura ambiente y cocinarlas como de costumbre. Para facilitar este proceso, un buen consejo es guardar las papas en distintas bolsas, teniendo en cuenta las porciones que podría necesitar.