Conocida como la Corona de Cristo, esta planta es tanto un arbusto espinoso, como una suculenta como un conjunto de flores coloridas. Por eso, si lo que desea es agregar una nueva planta a su jardín, o quiere una planta de interiores que decore los alrededores, ella podría ser la ideal.
La llamada también ‘corona de espinas de Cristo’ es una planta que produce flores nativas de Madagascar y llegó a Francia a inicios del siglo XIX. Además, hace parte de la familia Euphorbiceae, que contiene distintas especies de suculentas.
Esta sustancia es de cuidado porque puede ser tóxica si las mascotas la ingieren.
Su significado
Es una planta muy utilizada en el Feng Shui en algunas partes de Asia. Al parecer lleva este nombre porque se asocia a la leyenda de la corona de espinas que usó Cristo al momento de la crucifixión. Sin embargo, se cree que la planta corona de Cristo trae buena suerte.
Cómo cuidarla
A diferencia de otras plantas, la corona de Cristo es de una de las especies que no exige tanto cuidado. Se debe tener a una temperatura entre 65 a 75 grados Fahrenheit pero puede tolerar temperaturas extremas.
Requiere recibir suficiente sol, por lo tanto debe colocarla a los rayos del sol por al menos tres horas diarias. Y si la tiene adentro de la casa o la oficina, ubicarla cerca de una ventana o de cualquier lugar donde reciba luz directa.
Esta especie se da muy bien tanto al exterior como al interior, solo debe estar atenta a la luz que recibe.
¿Cómo saber si está enferma?
Tenga en cuenta que si la planta está enferma las hojas se pondrán amarillas, esto porque no recibe suficiente agua o porque la mezcla de tierra no le gustó.
Notará entonces que las hojas están caídas si está estresada por un ambiente demasiado frío. Pero, si los tallos o ramas están de color café, significa que tiene una plaga u hongo desarrollándose.
Otra razón es que quizás puso demasiado fertilizante.