El cobre, con su encanto distintivo y tonos cálidos, ha sido un material venerado a lo largo de la historia por su versatilidad en la creación de joyería. No obstante, su naturaleza puede ser delicada y susceptible a ciertos factores que podrían afectar su brillo y durabilidad.

Por ello, unas recomendaciones son:

1. Mantenimiento adecuado

  • Limpieza suave y regular: El cobre puede oscurecerse con el tiempo debido a la exposición al aire, la humedad y la oxidación. Para mantenerlo resplandeciente, hay que usar un paño suave y no abrasivo para limpiar las piezas después de cada uso. Además, hay que evitar limpiadores abrasivos o productos químicos fuertes que podrían dañar el metal. De hecho, una solución suave de agua tibia y jabón neutro puede ser efectiva para eliminar la suciedad y los residuos.
El cobre puede oxidarse con facilidad, por lo que es esencial mantenerlo seco. | Foto: Getty Images
  • Secado y almacenamiento adecuados: Después de limpiar las joyas de cobre, es importante asegurarse de secarlas completamente con un paño limpio y suave para evitar la formación de manchas. Además, hay que almacenarlas en bolsas o estuches suaves y separadas del contacto directo con otras joyas puede prevenir el deterioro debido a la fricción.
  • Evitar la exposición a sustancias corrosivas: Evitar el contacto de las joyas de cobre con productos químicos agresivos como perfumes, lociones, productos de limpieza y cloro, ya que pueden causar decoloración y daños irreparables en el metal.

2. Errores comunes

  • No limpiar adecuadamente después de cada uso: La acumulación de sudor, polvo, y residuos de productos químicos puede acelerar el proceso de oxidación en el cobre. No limpiar las joyas después de usarlas puede provocar manchas y opacidades difíciles de eliminar.
  • Exposición excesiva a la humedad: El cobre es susceptible a la corrosión cuando se expone prolongadamente a la humedad. Por ello, es mejor evitar usar las joyas de cobre mientras se realizan actividades que puedan exponerlas a la transpiración excesiva o ambientes húmedos.
Los productos químicos como perfumes, lociones, productos de limpieza y cosméticos pueden dañar el cobre. | Foto: Getty Images/iStockphoto
  • No tener en cuenta la sensibilidad de la piel: Algunas personas pueden ser alérgicas al cobre. Por ello, si se experimenta irritación o enrojecimiento al usar joyas de cobre, es aconsejable consultar a un dermatólogo o evitar el uso prolongado de estas piezas.

3. Restauración y reparación

  • Pulido profesional: En casos en los que las joyas de cobre han perdido su brillo, un pulido profesional realizado por un joyero experimentado puede revitalizarlas. Este proceso elimina la capa externa opaca y revela el brillo original del cobre.
  • Tratamientos de limpieza especializados: Algunos productos especializados disponibles en el mercado están diseñados específicamente para limpiar y restaurar el cobre. Estos tratamientos pueden ser eficaces para eliminar manchas persistentes y devolver el lustre a las joyas.
  • Reparación de daños: Si las joyas de cobre han sufrido daños estructurales, como dobleces o roturas, es fundamental buscar la ayuda de un joyero cualificado para realizar las reparaciones necesarias y evitar un mayor deterioro.

El cuidado adecuado de las joyas de cobre no solo garantiza su belleza a lo largo del tiempo, sino que también preserva su valor sentimental. Por ello, evitar los errores comunes y seguir prácticas de mantenimiento adecuadas puede asegurar que estas piezas continúen siendo una fuente de admiración y elegancia por muchos años más.

Algunos remedios caseros pueden ser útiles para limpiar el cobre, como el uso de vinagre y sal. | Foto: Getty Images

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.