Hay algunas frutas y vegetales que duran muy poco tiempo en la nevera. Y es que uno de los problemas es que generalmente se compran para no consumir inmediatamente y por eso, con el paso de una semana se echan a perder. La cebolla larga es una de esas hortalizas que rápidamente empieza a coger un color amarillento y su textura se comienza a volver blanda y el olor se intensifica.
Para que eso no ocurra, aquí encontrará algunos consejos de las abuelas para que ese alimento se conserve por más tiempo y así se evite el desperdicio.
Puede lavarla, en caso de que la cebolla tenga tierra. Es importante que realice su limpieza con agua a temperatura ambiente hasta quitarle toda la suciedad y, una vez esté limpia, se debe secar muy bien y quitar toda la humedad, para después guardarla en un recipiente o una bolsa limpia y seca.
Además, si se guarda en la nevera, esta puede durar entre 10 y 15 días, pero si deja por fuera, puede durar una semana.
Otra opción es que, luego de lavar la cebolla, se seque y se le aplique vinagre y dejarlo reposar así durante 10 minutos para eliminar las bacterias que contiene.
Cuando pase ese tiempo, debe lavar nuevamente ese alimento hasta quitarle los residuos del vinagre y después se debe envasar en un recipiente de plástico o un frasco, para que la cebolla no tenga contacto con otros vegetales que pueden ayudar a que su proceso de descomposición se acelere.
Además, en caso de que tenga más tiempo para su preparación, puede picarla y almacenarla en un recipiente de plástico que pueda sellar para después llevarlo al congelador.
¿Cómo guardar la cebolla larga para que no se dañe?
La cuestión de si debe almacenarse la cebolla larga en la nevera o a temperatura ambiente a menudo genera debate. La elección de almacenamiento adecuada depende de varios factores clave:
- Humedad: La cebolla larga es sensible a la humedad. El exceso de ésta puede hacer que se pudra más rápidamente y provoque la aparición de moho, por lo tanto, se debe evitar el almacenamiento en un lugar húmedo.
- Olor: Las cebollas largas tienen un sabor y aroma distintivos; además tienen la capacidad de absorber olores de su entorno, lo que puede resultar en un producto que adquiere sabores no deseados si se almacena cerca de otros alimentos fuertemente aromatizados.
- Perecibilidad: Las cebollas largas son un alimento perecedero y tienden a deteriorarse con el tiempo. Almacenarlas adecuadamente ayuda a prolongar su frescura y vida útil.