Las uñas pueden ser una ventana valiosa hacia el estado de salud general de una persona. Aunque muchas veces se les presta poca atención, los cambios en la apariencia de las uñas pueden ofrecer pistas importantes sobre diversas condiciones médicas.
Cambios en el color: Indicadores de deficiencias y enfermedades
Uno de los primeros signos visibles de problemas de salud a través de las uñas es el cambio en su color. Las uñas pueden presentar variaciones de color que indican diferentes condiciones:
Uñas amarillentas: La aparición de un tono amarillento en las uñas puede ser un signo de infecciones fúngicas, como la onicomicosis. También puede estar asociado con enfermedades respiratorias crónicas, como la bronquitis, o con el uso prolongado de lacas de uñas sin ventilación adecuada.
En casos más graves, el color amarillo puede señalar enfermedades sistémicas como la diabetes o problemas en el hígado.
Uñas pálidas o blanquecinas: Las uñas que se vuelven pálidas o blanquecinas pueden indicar anemia o problemas circulatorios. La anemia, una condición en la que hay una deficiencia de glóbulos rojos en la sangre, a menudo se manifiesta a través de uñas pálidas y frágiles. También puede estar asociado con enfermedades hepáticas y renales.
Uñas azuladas (Cianosis): Las uñas que toman un color azul pueden ser un signo de falta de oxígeno en la sangre, una condición conocida como cianosis. Esto puede estar relacionado con enfermedades respiratorias graves, problemas cardíacos o una circulación deficiente.
Cambios en la forma y la textura: señales de trastornos
Los cambios en la forma y textura de las uñas pueden proporcionar información adicional sobre el estado de salud:
Uñas en forma de cucharita (Koiloniquia): Las uñas que se curvan hacia adentro en forma de cuchara pueden ser un indicio de deficiencia de hierro o anemia. Esta deformidad también puede estar relacionada con enfermedades cardiovasculares o problemas de tiroides.
Uñas con estrías o rayas: Las estrías verticales, que van de la base a la punta de la uña, pueden ser una manifestación normal del envejecimiento. Sin embargo, las estrías horizontales o las líneas de Beau, que aparecen como hendiduras en la superficie de la uña, pueden indicar un episodio de enfermedad grave, fiebre alta o trauma físico. También pueden ser una señal de deficiencia nutricional o problemas en el sistema inmunológico.
Uñas desprendidas o friables: Las uñas que se desprenden fácilmente o se vuelven quebradizas pueden ser un signo de deficiencias nutricionales, como la falta de biotina o zinc. También pueden estar asociadas con enfermedades de la piel, como la psoriasis o el eczema, o con trastornos tiroideos.
Cambios en el crecimiento y la estructura: indicadores de problemas sistémicos
El ritmo de crecimiento y la estructura general de las uñas también pueden reflejar problemas de salud:
Crecimiento lento o detenido: Un crecimiento anormalmente lento o detenido de las uñas puede ser un signo de problemas en la tiroides o deficiencias nutricionales. La tiroides regula numerosos procesos metabólicos en el cuerpo, y un mal funcionamiento puede afectar la tasa de crecimiento de las uñas.
Uñas con hinchazón o inflamación: La hinchazón en el área de la uña o alrededor de la cutícula puede ser indicativo de infecciones bacterianas o fúngicas. También puede ser un signo de condiciones autoinmunes, como la artritis reumatoide, que a menudo afecta las articulaciones de los dedos y puede causar inflamación en las uñas.
Es importante prestar atención a estos signos y consultar a un profesional de salud si se observan cambios inusuales en las uñas. La detección temprana de problemas a través de estas señales puede contribuir a un diagnóstico oportuno y a un tratamiento eficaz.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.