Aunque son pequeñas e inofensivas, las hormigas pueden catalogarse como uno de los insectos más molestos, especialmente en la cocina, pues por su diminuto tamaño, pueden ingresar a cualquier espacio en donde haya alimentos.
Para ahuyentarlas, el mercado ofrece múltiples productos químicos, pero estos pueden tener efectos adversos en la salud humana, por lo que hay quienes recomiendan acudir a los trucos caseros.
En este caso, uno de los métodos más utilizados tiene que ver con el uso del jugo de limón, que por su fuerte acidez y aroma cítrico funciona como un efectivo repelente de estos molestos insectos.
Si bien es cierto, las hormigas dependen en gran medida de su sentido del olfato para orientarse y seguir los rastros de feromonas, por ello, se pueden ver desorientadas por el olor penetrante del limón. Además, el ácido que hace parte de este puede alterar la capacidad de estos insectos para detectar las señales que los guían hacia los alimentos o sus nidos.
La preparación y posterior aplicación de este efectivo repelente es muy sencilla. Para la mezcla, se deben exprimir varios limones y así obtener suficiente jugo, el cual ser envasado en una botella con atomizador.
Posteriormente, se debe rociar generosamente en las áreas donde haya visto la presencia de hormigas o donde sospeche que puedan ingresar a su casa. Las zonas comunes incluyen las ventanas, puertas, grietas en las paredes y otras posibles entradas.
Otra manera de utilizar el jugo de limón es como parte de la rutina de limpieza. Al limpiar el piso y superficies con una solución de agua y jugo de limón, no solo mantendrá su hogar limpio, sino que también creará una barrera aromática que las hormigas evitarán.
Es fundamental prestar atención a las zonas de la cocina en donde las hormigas suelen buscar restos de alimentos o migajas.