Un buen lavado de trastes no solo implica remover la suciedad, sino también seguir un orden eficiente que optimice tiempo y recursos. Descubra cuál es el camino hacia la limpieza perfecta.

Preparación y organización: El primer paso hacia la eficiencia

Antes de sumergirse en la montaña de platos sucios, es crucial prepararse adecuadamente. Esto implica reunir todos los utensilios y productos necesarios: detergente, esponjas, trapos y, por supuesto, los propios trastes. Una cocina organizada garantiza un proceso de lavado sin contratiempos.

Descubra por qué el orden importa tanto en el lavado de trastes y cómo seguirlo puede cambiar la experiencia en la cocina. | Foto: PRISCILA ZAMBOTTO

Además, separar los trastes por tipo y nivel de suciedad puede ser útil. Por ejemplo, los utensilios grasosos deberían tratarse por separado de los platos con restos de comida. Esta clasificación previa facilita el enjuague y la limpieza posterior.

El orden lógico: De lo menos a lo más sucio

Una vez que todo esté listo, es hora de abordar el lavado en sí mismo. El orden ideal es comenzar con los trastes menos sucios y terminar con los más engrasados. Esto no solo evita contaminar el agua con restos de comida, sino que también maximiza la eficacia del detergente.

Aprenda a ser más eficiente en la cocina con este método: siga el orden correcto para lavar los trastes y note la diferencia. | Foto: Getty Images

Por lo general, los pasos a seguir son:

  1. Vasos y tazas: Al tratarse de recipientes que contienen líquidos, es mejor lavarlos primero para evitar que los residuos se sequen y sean más difíciles de eliminar más tarde.
  1. Platos y utensilios: Estos suelen ser los trastes más comunes en cualquier lavado. Limpiarlos después de los vasos permite aprovechar el agua más limpia y fresca.
  1. Ollas y sartenes: Debido a su naturaleza y alimento pegado, estos utensilios requieren más tiempo y esfuerzo para limpiarse. Por eso, es sensato dejarlos para el final, cuando el agua y el detergente aún están en su punto máximo de eficacia.

Enjuague y secado: El toque final para un acabado impecable

Una vez que todos los trastes hayan sido debidamente limpiados, es momento de enjuagarlos y secarlos adecuadamente. El enjuague con agua caliente elimina cualquier residuo de detergente y ayuda a prevenir manchas o marcas en la vajilla.

Es importante también asegurarse de que los trastes estén completamente secos antes de guardarlos. Esto evita la acumulación de humedad, que puede conducir a la proliferación de bacterias y malos olores en los armarios de la cocina.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.