Los Reyes Magos de Oriente son una figura clásica en cada celebración de la Navidad. En primer lugar, para los niños, sobre todo en países como España, ya que son quienes se encargan de llevarle los regalos a los menores del hogar, si ellos han tenido un buen compartiendo durante todo el último año, y en segundo lugar, porque la celebración del 6 de enero indica el término de las épocas navideñas.

En la tradición del cristianismo, Melchor, Gaspar y Baltasar, bajo las órdenes del Rey Herodes, viajaron hasta el pesebre del Niño Jesús en Belén, guiados por una estrella, con tres regalos para el Mesías que acababa de nacer: oro, incienso y mirra. Cada uno lo llevaba un rey mago.

Cabe resaltar que en los tiempos actuales, si un niño llegara a recibir estos presentes, no tendría muy claro qué hacer con ellos, pero en su origen estos obsequios tenían un significado y no fueron elegidos solo por casualidad.

El significado espiritual de los regalos

Mirra, oro e incienso son los tres regalos que los reyes magos le obsequiaron al niño Jesús. | Foto: marilyna

Dicho lo anterior, el oro, el incienso y la mirra tienen un simbolismo especial y algunas personas lo suelen desconocer.

El oro fue obsequiado por Melchor a Jesús como Rey, debido a que este es un regalo destinado a los reyes.

En cuanto al caso del incienso obsequiado por Gaspar, es un material que se quema delante de los dioses. Darle este presente a Jesús significaba que es reconocido como una divinidad.

Mientras que la mirra obsequiada por Baltasar hacía referencia a la humanización de Jesús.

Con la mirra se embalsama y se perfuma a los muertos, símbolo de Jesús como hombre y que moriría por toda la humanidad a sus 33 años en la cruz del calvario.

Más sobre el contexto de los Reyes Magos

Los tres reyes magos recibieron en sus sueños la advertencia de no volver con el Rey Herodes, y mantuvieron en secreto su paradero. | Foto: bravobravo

El Rey Herodes quería asegurar su poder en el trono y suprimir a cualquiera que pudiera amenazar su reinado. Sin embargo, de acuerdo con el evangelio, los reyes magos recibieron en sus sueños la advertencia de no volver con el monarca, y mantuvieron en secreto su paradero. Regresaron a sus tierras por un camino diferente.

Y la Virgen María y su esposo San José se dirigieron con Jesús a Egipto. Entonces, al no poder encontrar al niño, la furia del Rey Herodes se agravó, y ordenó la masacre de todos los niños menores de 2 años de Belén de Judea. Esto es lo que ha dado origen también al Día de los Inocentes (en referencia a los niños inocentes asesinados), que se celebra el próximo jueves 28 de diciembre.