El pollo es uno de los alimentos más consumidos por los colombianos a nivel nacional; esta carne es una fuente saludable de proteínas y de otros nutrientes y minerales como lípidos, Vitamina 3, calcio, hierro, zinc, sodio, potasio y magnesio, entre otros.
Siempre hay que mantener el pollo en la nevera porque la carne avícola tiene un alto riesgo de contaminación bacteriana.
Las indicaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) sobre el pollo crudo aseguran que se puede conservar en la nevera durante 1 o 2 días aproximadamente.
En el caso de que se tenga claro que este alimento no se va a consumir en pocos días, es mejor guardarlo en el congelador. El pollo crudo se puede conservar en el congelador hasta 9 meses. En el caso de que el pollo esté entero se puede mantener hasta por 1 año.
Si el pollo ha sido cocinado, se puede llegar a mantener en la nevera por 3 o 4 días a temperaturas inferiores a 4 °C, de esta manera, las bacterias tienden a crecer más lentamente. En el caso de dejarlo en el congelador, podrá mantenerse de 2 a 6 meses.
¿Cómo saber si el pollo ya está dañado?
Las formas más comunes de saber si el pollo ya no sirve para su consumo son:
- Cambios de color: si comienza a ponerse de un color gris verdoso, tanto crudo como cocinado, se ha dañado. Además, pueden aparecer manchas de moho gris o verde. Claramente, esto indica que ha comenzado el crecimiento bacteriano y que ese pollo está en mal estado.
- Cambios en el olor: tanto el pollo crudo como el cocinado, cuando están en descomposición, emiten un olor ácido que se asemeja al amoníaco. En el caso de que el pollo ha sido marinado con salsas, hierbas o especias este olor puede ser difícil de identificar.
- Cambios en la textura: si puedes notar que la carne tiene una textura viscosa, se ha dañado. El truco de enjuagar el pollo no acabará con las bacterias. De hecho, lo que puede suceder es que se propaguen a otros alimentos, utensilios y superficies, causando contaminación cruzada.