Para las personas que están interesadas en perro es necesario que sepan, que una de las mejores opciones puede ser un perro mestizo, aunque carecen de pedigrí, suelen ser más longevos, así muchos crean que necesitan menos cuidados que los perros de raza, esto no es así.

Este tipo de perros no pertenecen a ninguna raza, debido a que son una mezcla de distintas razas. Normalmente, estos cruces suelen ocurrir en la calle o en los refugios, donde muchas razas se entrelazan. Por ende, la diferencia entre los perros de raza y los de cruce, es que en los perros de cruce no hay la intervención de un humano como es el caso de los perros de raza.

El perro mestizo no pertenece a ninguna raza, debido a que es una mezcla de distintas razas.

El proceso de identificación de un perro mestizo suele ser complicado, debido a las varias razas que posee en sus genes. Actualmente, hay un examen genético en el que se puede comprobar el origen de la mascota. Entre los rasgos físicos a tener en cuenta para saber de dónde proviene tu perro son el pelaje, hocico, orejas, cabeza y peso.

Los perros mestizos tienen la ventaja que no heredan las enfermedades relacionadas con las razas puras, tampoco sufren degradación por consanguinidad. Entre sus múltiples cualidades se encuentran su fácil aprendizaje y adiestramiento.

Su promedio de vida está entre los 16 y 18 años. | Foto: jaminwell

Es muy común escuchar que esta raza de perros tienen una vida más larga que los perros de raza, debido a que son muy fuertes y casi no se enferman, llegando a tener una vida entre 16 y 18 años. Cabe destacar que los cuidados y la buena alimentación que le des a la mascota influirá bastante en su ciclo de vida.

Las razones por las que los perros comen heces de gato: ¿Qué hacer?

Los perros, seres extraordinarios que brindan amor y compañía incondicional, ocasionalmente manifiestan comportamientos que desconciertan a quienes los rodean, como la ingestión de heces de gato. Este fenómeno, conocido como coprofagia, puede resultar alarmante para los propietarios de mascotas, pero es imperativo comprender las razones subyacentes que lo motivan a fin de abordarlo eficazmente.

Las posibles causas de la coprofagia

La coprofagia en perros, es decir, el acto de consumir heces, ya sean de gato u otros animales, es más común de lo que comúnmente se piensa. Para comprender por qué los perros se involucran en este comportamiento, se hace esencial investigar las potenciales causas que lo motivan.

Las razones detrás del comportamiento de los perros que comen heces de gato. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Una de las causas principales de la coprofagia es la búsqueda de nutrientes. Estos animales, por naturaleza, siguen sus instintos y, en el entorno salvaje, podrían consumir heces de otros animales en busca de nutrientes adicionales o con el fin de eliminar cualquier rastro que revele su presencia. Aunque en los hogares donde los perros suelen recibir una alimentación equilibrada esta motivación es menos común, aún puede manifestarse.

La ansiedad y el aburrimiento constituyen otras causas significativas de la coprofagia en los caninos. Los perros son criaturas sociales que, cuando carecen de la atención o estimulación adecuadas, pueden experimentar estrés o soledad. Cuando no cuentan con otras fuentes de entretenimiento, algunos perros pueden recurrir a la ingesta de heces como una actividad autocalmante o simplemente como una forma de lidiar con el aburrimiento.

Problemas de salud también pueden contribuir a la coprofagia. Los perros que padecen trastornos digestivos o presentan deficiencias nutricionales tienen una mayor predisposición a manifestar este comportamiento. En ocasiones, la coprofagia se convierte en un recurso instintivo para aliviar molestias gastrointestinales o para compensar la falta de nutrientes en su dieta.

Entre las razones por las que los perros consumen heces de gato, hay una que sorprende a muchos dueños de mascotas la cual menciona el portal expertoanimal: el sabor palatable. Aunque nos resulte difícil de entender, este comportamiento se relaciona con el intenso aroma de las heces felinas que atrae a los caninos, convirtiéndolas en una tentación que les resulta irresistible.