El nombre Karen ha cobrado popularidad entre los amantes de los felinos en los últimos años. En videos publicados en plataformas digitales, es cada vez más común que ‘bauticen’ a la dueña de algún felino como Karen.
Sin embargo, no todos saben que detrás de esta creciente tendencia hay una historia de hace más de 27 años. El 30 de marzo de 1996, un garaje abandonado en la ciudad de Brooklyn en Estados Unidos, se incendió.
Los bomberos llegaron al lugar, que habitualmente era usado para el consumo de drogas. Una vez, controlaron las llamas uno de los socorristas notó que una gata entraba y salía por una dolorosa razón, en la edificación en llamas estaban sus cinco crías.
El bombero David Giannelli entregó a Scarlett -la madre felina- y sus cinco gatitos a la North Shore Animal League (Liga de animales de la costa norte), una organización fundada para la protección de los animales. Allí, la familia de gatos recibió atención médica por las quemaduras que sufrieron en la conflagración, pero lamentablemente uno de los pequeños murió.
La historia de Scarlett y sus hijos aparecía en la radio, canales de televisión y la prensa. En solo un mes, la organización recibió alrededor de seis mil solicitudes de personas interesadas en adoptar a la mamá felina y sus crías. Lo curioso es que la misma gata eligió la carta de su ama: Karen Wellen.
“Creía que no iba a tener ninguna opción de adoptarla. Estamos hablando de miles y miles de cartas, en una época en la que no se utilizaba la tecnología como se hace hoy. Poca gente tenía Internet, móviles o impresora”, dijo la mujer en una entrevista.
“Fue Scarlett la que decidió, porque se quedaba todo el rato encima de mi carta. O, al menos, eso me dijeron”, contó en su momento Wellen. El primer encuentro entre la gata y Karen fue en una ceremonia de adopción que, incluso, se transmitió en varios canales de televisión.
Karen Wellen cuidó durante 12 años de Scarlett y la acompañó hasta su último día de vida, el 11 de octubre de 2008. “Tenía mirada humana. Era una gata muy expresiva. Era muy lista y muy cariñosa. Salía a recibir a todas las visitas. Todo el mundo podía acariciarla”, recordó en una entrevista Weller.
La historia de esta felina callejera y su dueña le dio la vuelta al mundo e incluso inspiró varios libros, pero también motivó a quienes hasta ahora usan el nombre ‘Karen’ para llamar a las dueñas de gatos.