Las rosas son, tal vez, las plantas con flores que más gustan para regalar y para tener en el jardín de la casa. Sus colores y su aroma llenan los espacios de tranquilidad y cambian el paranorama de cómo se ve. Son plantas muy populares de fácil cuidado, ya que crecen con facilidad en el invierno y en las diferentes estaciones.
Aunque cuidarlas no requiere de mucha atención, si se quieren tener rosas frondosas y únicas necesitan la ayuda de abono, no químico sino casero, con solo dos ingredientes: cáscaras de banano y los conchos del café después de colado, que son ricos en nitrógeno, potacio y otros nutrientes.
Abono orgánico y casero para cuidar los rosales
Como ya se mencionó, este abono casero solo necesita de dos ingredientes de la cocina: una cáscara de banano y una cucharada de concho de café. Para prepararlo en primer lugar la cáscara de banano se debe poner al sol cortada en trozos pequeños hasta que se seque por completo. Lo mismo se debe hacer con el café, para lo cual se debe extender en un trapo al sol para que la humedad se vaya completamente.
Una vez que ya se tienen listos los dos ingredientes sin nada de agua, se deben triturar hasta obtener un polvo seco y fino. Esta mezcla seca se agrega a la tierra donde están sembrando los rosales. Con el paso de los días el abono se irá absorbiendo hasta llegar a las raíces liberando sus propiedades.
Para que dichos nutrientes se absorban facilmente, se recomienda también regar los rosales una o dos veces por semana. Si se encuentra en un clima caluroso y seco, es recomendable regarlos más frecuentemente.
Cuidados del rosal en época de verano
El verano es la época del año en donde las plantas están en su máximo momento de floración, sin embargo seguirlas ayudando con abono para que sus flores nazcan frondosas y con un delicioso aroma.
Podar las rosas marchitas: Aunque puede resultar algo obvio, el hecho de retirar las rosas una vez estén marchitas no solo ayudará a la planta a contar con más energía sino, que será un apoyo para estimular la floración. No se trata de hacer una poda invasiva, bastará con cortar desde el tallo a unos tres centímetros de la flor.
Haciendo esta poda, se eliminará una parte muerta de la planta (a la que el rosal sigue enviándole salvia a pesar de todo) y favoreciendo que se generen nuevas flores.
Aplicar riego abundante y en profundidad: Las rosas son una de las plantas que más se resiente con las altas temperaturas. Por este motivo, es importante que cuente con un riego regular, abundante y en profundidad.
A pesar de esta necesidad de agua, es importante elegir correctamente el momento del riego concentrándolo en las primeras horas del día o en las últimas de la tarde.
Controlar las plagas: El rosal durante el verano es un auténtico imán de algunas de las plagas más habituales en esta época del año, aunque son el pulgón y la mosca blanca dos de sus mayores enemigos. En rosales que han sido abonados en primavera, el ataque de estos insectos permitirá tener un margen de reacción para protegerla.