En los jardines, los caracoles y babosas pueden convertirse en una verdadera plaga, destruyendo plantas y flores con rapidez. Estos moluscos nocturnos se alimentan de hojas, brotes tiernos y raíces, causando daños visibles y costosos. Aunque existen muchos productos químicos en el mercado para controlar esta plaga, los jardineros buscan alternativas naturales y caseras que no dañen el ecosistema ni pongan en riesgo otras especies.
En ese contexto, uno de los más populares para combatir este problema es el uso del café. Se ha descubierto que la cafeína es tóxica para estos moluscos y puede repelerlos de forma eficaz. Para ello, puede espolvorear este producto molido alrededor de las plantas o crear una barrera con posos usados puede ayudar a mantener a raya a los invasores.
Este método no solo es eficaz, sino que también es ecológico. Los restos de café no dañan el suelo y, de hecho, pueden ayudar a enriquecerlo. Los posos que quedan, por otra parte, contienen nutrientes como el nitrógeno, potasio y fósforo, que son beneficiosos para el crecimiento de las plantas. Además, su textura arenosa que dificulta el movimiento de estos animales, actuando como una barrera física.
Para utilizar este remedio, simplemente recolecte los posos de café que sobran después de hacer su bebida y espárzalos en las áreas donde vea más actividad de estas plagas. También puede espolvorear café molido fresco alrededor de las plantas más vulnerables para crear una línea de defensa natural. Lo ideal es renovar la capa después de cada lluvia o riego.
Un escudo natural
Otra solución natural es el uso de cáscaras de huevo, las cuales trituradas actúan como una barrera física que dificulta el desplazamiento de los caracoles y babosas, ya que sus cuerpos blandos evitan arrastrarse sobre superficies filosas o incómodas. Este método es fácil de implementar y aprovecha un producto que normalmente se desecharía en el hogar.
Para usar esto como repelente, simplemente guarde las cáscaras que normalmente tiraría y déjelas secar durante un par de días. Luego, tritúrelas en pedazos pequeños, pero no demasiado finos. Esparza las cáscaras alrededor de las plantas afectadas o en los lugares donde ha notado la presencia de estos moluscos.
Este remedio no solo mantiene alejados a los caracoles y babosas, sino que también ofrece un beneficio adicional para las plantas, ya que las cáscaras de huevo son ricas en calcio, un nutriente esencial para el desarrollo de raíces fuertes y sanas. Con el tiempo, estas se descomponen y se integran al suelo, mejorando su estructura y su contenido mineral.
Un método sorprendente y efectivo
Aunque puede parecer extraño, la cerveza también es un remedio casero efectivo para atraer y eliminar caracoles y babosas. Estos animales son atraídos por el olor de la levadura fermentada en este producto. Al colocarse recipientes con cerveza en el jardín, los caracoles y babosas se arrastran hacia ellos, caen en el líquido y no logran salir.
El método es sencillo: coloque recipientes poco profundos, como platos o pequeños tazones, en las zonas del jardín donde se observe mayor actividad de caracoles y babosas. Llénelos con este líquido hasta la mitad y deje que el aroma haga su trabajo. Los moluscos serán atraídos al recipiente y se ahogarán. Es recomendable revisarlos a diario y vaciarlos según sea necesario.
Si bien este método puede parecer algo drástico, es una solución muy popular entre los jardineros debido a su eficacia. Además, la cerveza es un producto que, en pequeñas cantidades, no afecta el equilibrio del ecosistema del jardín. Para aquellos que prefieren una alternativa menos agresiva, pueden simplemente reemplazar este producto con una mezcla de agua y levadura, que tendrá el mismo efecto sin desperdiciar alcohol.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.