Congelar verduras puede parecer una tarea sencilla, pero hay ciertos pasos y trucos que, si se siguen correctamente, pueden marcar la diferencia entre un producto congelado que conserva su sabor y textura, y uno que se torna insípido y blando. El coliflor, una verdura rica en nutrientes y muy versátil en la cocina, no es la excepción.

Preparación: la clave está en el blanqueado

Esta verdura es rica en antioxidantes llamados fitoquímicos que combaten los radicales libres. | Foto: Nora Carol Photograhy
  1. Limpieza y corte: Lave bien la coliflor bajo agua corriente para eliminar cualquier residuo de tierra o pesticidas. Córtela en pequeños floretes, asegurándose de que sean de tamaño uniforme para que se cocinen de manera uniforme durante el blanqueado.
  1. Blanqueado: Llene una olla grande con agua y llévela a ebullición. Añada los floretes de coliflor y blanquéelos durante aproximadamente 3 minutos. Es crucial no pasarse de tiempo, ya que una cocción excesiva puede afectar la textura de la coliflor una vez congelada.
  1. Enfriado rápido: Inmediatamente después del blanqueado, transfiera los floretes a un recipiente grande con agua helada. Este choque térmico detiene el proceso de cocción y ayuda a mantener la textura crujiente de la coliflor. Deje los floretes en el agua fría por unos 3 minutos, asegurándose de que se enfríen completamente.

Secado y precongelado: pasos esenciales para evitar el exceso de humedad

El coliflor es un buen sustituto bajo en calorías de alimentos calóricos, como el arroz y la harina. Foto: Getty images. | Foto: Getty images

Después de blanquear y enfriar los floretes de coliflor, el siguiente paso es asegurarse de que estén completamente secos antes de congelarlos. La humedad residual puede causar la formación de cristales de hielo que, al descongelar, afectarán negativamente la textura de la coliflor.

  1. Secado: Escurra bien los floretes y séquelos con toallas de papel o un paño de cocina limpio. Es fundamental eliminar la mayor cantidad de humedad posible.
  1. Precongelado: Distribuya los floretes de coliflor en una bandeja para hornear en una sola capa, evitando que se toquen entre sí. Esto ayuda a que se congelen de manera uniforme y evita que se peguen entre sí. Coloque la bandeja en el congelador durante aproximadamente 1-2 horas, o hasta que los floretes estén sólidos al tacto.

Almacenamiento y uso: cómo mantener la frescura durante meses

La coliflor contiene agua y fibra que la convierten en un aliado para regular el tránsito intestinal y genera la sensación de saciedad. Foto: Getty images. | Foto: Getty images

Una vez que los floretes de coliflor están precongelados, es momento de transferirlos a recipientes herméticos o bolsas de congelación. Este paso es crucial para evitar que la coliflor absorba olores del congelador y para protegerla de la quemadura por congelación.

  1. Empaque: Coloque los floretes precongelados en bolsas de congelación resistentes o en recipientes de plástico con tapa hermética. Si usa bolsas, intente eliminar la mayor cantidad de aire posible antes de sellarlas. Puede usar una pajita para succionar el aire restante y crear un sello casi al vacío.
  1. Etiquetado: No olvide etiquetar los paquetes con la fecha de congelación. La coliflor puede mantenerse en buen estado en el congelador durante 8 a 12 meses, pero es recomendable utilizarla dentro de los primeros 6 meses para garantizar la mejor calidad.
  1. Descongelado y uso: Para descongelar la coliflor, simplemente colóquela en el refrigerador la noche anterior a su uso o incorpórela directamente en sus recetas mientras aún está congelada, especialmente si va a cocinarla. Evite descongelarla a temperatura ambiente, ya que esto puede favorecer el crecimiento de bacterias.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.