Los abonos proporcionan los nutrientes esenciales que las plantas necesitan para crecer fuertes y saludables. Elegir el abono adecuado dependerá del tipo de planta, la etapa de crecimiento y las condiciones del suelo.

Los abonos se dividen en orgánicos y químicos, cada uno con beneficios específicos.

1. Abonos orgánicos (naturales)

Son aquellos de origen vegetal o animal que aportan nutrientes al suelo de manera progresiva, mejoran su estructura y fomentan la vida microbiana.

Principales abonos orgánicos y sus beneficios

Compost

  • Se elabora con restos orgánicos como cáscaras de frutas y verduras, hojas secas y restos de poda.
  • Aporta nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), mejorando la fertilidad del suelo.

Humus de lombriz

  • Producto de la descomposición de materia orgánica por lombrices.
  • Rico en microorganismos beneficiosos que ayudan a la absorción de nutrientes.

Estiércol (vaca, caballo, gallina, oveja)

  • Aporta una gran cantidad de nitrógeno, fundamental para el crecimiento de las plantas.
  • Debe estar bien compostado, ya que el estiércol fresco puede quemar las raíces debido a su alto contenido en amoníaco.
  • Es ideal para hortalizas, frutales y cultivos de alto consumo de nutrientes.

Té de plátano

  • Se obtiene hirviendo cáscaras de plátano en agua y usándola como fertilizante.
  • Es rico en potasio (K), esencial para la floración y fructificación.
  • Beneficioso para plantas con flores, tomates, pimientos y árboles frutales.

Ceniza de madera

  • Fuente de potasio y calcio, ayuda a fortalecer las raíces y mejorar la floración.
  • Altera el pH del suelo, por lo que debe utilizarse con moderación en suelos ácidos.

Bokashi

  • Fertilizante fermentado elaborado con microorganismos eficientes (EM).
  • Enriquece el suelo con nitrógeno, fósforo y microorganismos beneficiosos.
  • Mejora la retención de agua y acelera la regeneración del suelo.

2. Abonos químicos o inorgánicos

Son formulaciones sintéticas que proporcionan nutrientes en concentraciones precisas y de absorción rápida.

Principales abonos químicos y sus aplicaciones

Fertilizantes NPK (Nitrógeno-Fósforo-Potasio)

  • Existen distintas formulaciones según las necesidades de la planta: 10-10-10 (equilibrado, ideal para el mantenimiento general). 20-10-10 (mayor contenido de nitrógeno para crecimiento vegetativo). 10-30-10 (para floración y fructificación).
  • Se usan tanto en cultivos en tierra como en macetas.
La aplicación de abonos naturales ha demostrado ser una práctica eficaz para mejorar la salud y el crecimiento de las plantas. | Foto: © Flavia Morlachetti

Sulfato de amonio

  • Rico en nitrógeno (N), estimula el crecimiento de hojas y tallos.
  • Especialmente útil en plantas verdes y césped.

Superfosfato

  • Alto contenido en fósforo (P), fundamental para el desarrollo de raíces y floración.
  • Beneficioso para cultivos de raíz como zanahorias y remolachas.

Nitrato de potasio

  • Combina potasio (K) y nitrógeno (N), fortaleciendo las plantas y mejorando la producción de frutos.
  • Indicado para plantas con flores, frutales y hortalizas.

Quelatos de hierro

  • Se utilizan cuando las plantas presentan clorosis férrica (hojas amarillas con nervios verdes).
  • Indispensable para plantas sensibles a la deficiencia de hierro, como cítricos, hortensias y rosales.