En la eterna lucha contra las plagas domésticas, como los ratones, es común recurrir a una variedad de métodos y trucos populares en un intento desesperado por mantener el hogar libre de estas criaturas no deseadas.
Sin embargo, muchos de estos métodos, a menudo compartidos de generación en generación, resultan ser ineficaces y, en algunos casos, incluso contraproducentes. Aquí, desglosamos algunos de los trucos más comunes que nunca funcionarán para eliminar ratones de casa.
Uno de los mitos más extendidos es el uso de bolas de algodón impregnadas de aceites esenciales, como el de menta o el de eucalipto, para repeler a los ratones. Aunque el aroma puede resultar desagradable para los humanos, los ratones no se ven afectados de la misma manera.
Estas bolas de algodón pueden incluso convertirse en nidos acogedores para los roedores, lo que resulta en una mayor infestación en lugar de disuadirla. Otro método popular es el uso de ultrasonidos para ahuyentar a los ratones.
Aunque se comercializan dispositivos que emiten sonidos de alta frecuencia que se supone que son insoportables para los roedores, numerosos estudios han demostrado que estos dispositivos son poco efectivos. Los ratones pueden adaptarse rápidamente a los sonidos y aprender a ignorarlos, lo que los hace inútiles como método de control de plagas.
El queso es otro recurso tradicionalmente asociado con la captura de ratones, gracias en gran parte a su representación en la cultura popular. Sin embargo, la realidad es que los ratones no tienen una predilección natural por el queso y pueden optar por otros alimentos más accesibles y nutritivos. Por lo tanto, colocar trozos de queso como cebo en trampas puede resultar poco efectivo.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.