En la búsqueda constante de la juventud eterna, uno de los factores clave que a menudo se pasa por alto es la calidad del sueño. Según expertos en salud y bienestar, incluir un patrón de sueño adecuado no solo rejuvenece el cuerpo, sino que también previene el envejecimiento prematuro. Descubrir las horas exactas de sueño necesarias puede marcar la diferencia en la lucha contra los signos del tiempo.
Cómo dormir lo suficiente para cada etapa de la vida
A medida que las personas envejecen, sus necesidades de sueño cambian significativamente, afectando tanto su salud física como mental. Descubrir las horas adecuadas de descanso puede ser crucial para mantenerse saludables y activos a lo largo de los años.
Necesidades de sueño a lo largo de la vida
Según un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las horas de sueño recomendadas varían según la edad. Desde los recién nacidos hasta los adultos mayores, cada grupo etario tiene sus propias necesidades específicas:
Descanso optimo desde la infancia hasta la vejez
- Recién nacidos (0-3 meses): Se recomiendan de 14 a 17 horas de sueño diario, esencial para el crecimiento y desarrollo.
- Niños pequeños (1-2 años): Necesitan entre 11 y 14 horas de sueño, incluidas las siestas, para apoyar su energía y aprendizaje durante el día.
- Niños escolares (6-12 años): Entre 9 y 12 horas de sueño son ideales para mantener una salud óptima y un rendimiento académico mejorado.
- Adolescentes (13-17 años): Requieren de 8 a 10 horas de sueño para un desarrollo físico y mental adecuado durante los años de crecimiento.
- Adultos (18-60 años): La recomendación general es dormir al menos 7 horas diarias para promover una función cognitiva y física óptima.
- Adultos mayores (61 años y más): Aunque las necesidades pueden reducirse ligeramente, entre 7 y 9 horas de sueño siguen siendo importantes para la salud cardiovascular y el bienestar general.
Beneficios claros de dormir suficiente
Dormir lo suficiente no solo rejuvenece el cuerpo, sino que también fortalece el sistema inmunológico y reduce el riesgo de enfermedades crónicas. Entre los beneficios adicionales se incluyen la mejora del estado de ánimo, la atención y la memoria, así como la reducción del estrés y el mantenimiento de un peso saludable.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.