Existen algunos ingredientes caseros que se pueden usar, y que seguramente las dejarán como nuevas. Eso sí tenga en cuenta que debe limpiarlas por dentro y por fuera, para que realmente se vean mucho mejor.

Para esto debe comenzar por tener a la mano un cubo con agua, al cual deberá agregarle un chorrito de lavavajillas o jabón líquido, también debe incorporar a esta mezcla una pequeña cantidad de amoniaco o vinagre.

Para realizar la tarea deberá usar un cepillo de cerdas suaves, algodón o aspirador.

Como las persianas se junta en la parte de arriba de la ventana, solo deberá sacar la tapa que cierra a presión. Lo ideal es colocar la aspiradora por la caja del tambor. En este sitio debe tener presente que se junta mucho polvo, al igual que por los raíles de la ventana.

De inmediato, limpie la parte del interior de la persiana de arriba a abajo y ejecute también movimientos laterales. Para poder sacar el polvo de las ranuras, deberá cubrir un cuchillo con el paño y y pasarlo suavemente.

Limpie a fondo su persiana, y observe como recuperar el color original. | Foto: Getty

Para evitar que se acumule el polvo

Lo ideal es limpiar las persianas aunque sea una vez por semana, ya que el objetivo es evitar que el polvo se acumule. Para que no se vuelva algo aburrido, entonces trate de utilizar un plumero o un cepillo suave para eliminar el polvo superficial.

Otra opción es utilizar una aspiradora con cepillo para limpiarlas y aspirar el polvo. Tenga presente que debe mantener las persianas cerradas cuando no las necesites abiertas, sobre todo en aquellas áreas donde hay mucho polvo.

La mezcla para la limpieza puede utilizarla cada quince días o una vez al mes, según lo decida. Eso sí, trate de utilizar toda la preparación y no guardarla, para que los principios activos de los productos no vayan a cambiar.

Un cepillo muy suave serpa ideal para realizar esta limpieza. | Foto: Pexels