Los altos costos que hoy perciben los ciudadanos en los recibos de agua y energía ha llevado a que estos busquen ahora electrodomésticos que les ayuden a cuidar su bolsillo.
Las marcas y los modelos abundan en el mercado, lo que lleva a que muchas personas se sientan abrumadas al no saber cual es la elección correcta, si un aparato automático o semiautomática, o cual de ellos dos es el que definitivamente le garantizará un verdadero ahorro mensual.
Normalmente en las lavadoras automáticas solo se debe poner la ropa, agregar detergente, definir el programa, la cantidad de agua y el ciclo de lavado. La máquina es la que se encarga de realizar todo el trabajo.
Ahora bien, algo que hay que tener en cuenta es que las automáticas necesitan limpiezas cada seis meses para evitar que los gérmenes se apoderen de ella, y que tanto el detergente como el suavizante queden represados y generen contratiempos. En ese sentido las semiautomáticas no requieren ese cuidado.
El precio es otra gran diferencia. La automática tiene un valor mucho más costoso que la semiautomática.
Sobre el consumo, los especialistas señalan que las lavadoras automáticas son las que tienden a gastar menos energía y agua, mientras que en las semiautomáticas, el caso es totalmente diferente, sobre todo porque el usuario puede intervenir en el ciclo de lavado y hacerlo mucho más extenso, lo que llevará a que se gaste más energía y más agua.