Mientras que algunos tienden asustarse cada vez que tienen un ojo rojo, hay otros que ni siquiera les prestan atención. Lo cierto es que cuando este enrojecimiento se combina con algunos otros síntomas, sí deben constituirse en un llamado de alerta para quienes los están presentando.
Esto se da, según el portal Medical News Today, por la falta de suministro de oxígeno a la córnea o los tejidos que cubren el ojo.
Los ojos inyectados en sangre generalmente no son una razón para preocuparse demasiado, pero si hay dolor ocular, drenaje anormal o problemas de visión, lo más recomendable es acudir al especialista.
Ojo seco
Una personas que no produce suficientes lágrimas, sus lagrimas no lubrican ni nutren sus ojos adecuadamente, entonces tiende a sufrir de síndrome del ojo seco, la cual puede ser causada por una enfermedad, por cambios hormonales o por el consumo de ciertos medicamentos.
Este padecimiento puede incluso provocar que la superficie del ojo se inflame e irrite, por lo que los ojos se verán enrojecidos. Entre los síntomas que puede presentar una persona con síndrome del ojo seco están la picazón o el ardor en los ojos, además de irritación, gran cantidad de lágrimas, visión borrosa, fatiga visual y la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo.
Conjuntivitis
Es una infección que incluye hinchazón e irritación de la conjuntiva, la cual es una membrana delgada y transparente que recubre el párpado y la parte blanca del ojo.
Una infección de la conjuntiva irrita los vasos sanguíneos y hace que se inflamen. La conjuntivitis es frecuente entre los niños y sobre todo muy contagiosa.
La infección se transmite por el contacto con dedos o artículos personales contaminados. Además utilizar lentes de contacto durante demasiado tiempo o no limpiarlos adecuadamente, puede provocar conjuntivitis.
Entre los síntomas están la picazón en los ojos, producción excesiva de lágrimas, secreción, sensibilidad a la luz y una sensación de arena en uno o en ambos ojos.
Para evitar la propagación de la conjuntivitis, es necesario lavarse las manos con frecuencia y evitar frotarse los ojos.
Úlcera corneal
Corresponde a una llaga abierta en la córnea que es causada por infecciones bacterianas. Suelen aparecer después de una lesión ocular no un traumatismo.
Además de ojos rojos, la persona puede presentar dolor en el ojo, secreción ocular, sensibilidad a la luz, y una mancha blanca en la córnea.
Cabe recalcar que quienes tienen trastornos de los párpados, herpes y usan lentes de contacto, tienen riesgo de desarrollar úlceras corneales.
Hemorragia
Debido a que la conjuntiva contiene muchos vasos sanguíneos y capilares, estos pueden romperse y hacer que la sangre se filtre en el área entre la conjuntiva y el blanco del ojo.
Es allí cuando se acumula una pequeña cantidad de sangre debajo de la conjuntiva, denominándosele hemorragia subconjuntival, la cual ocurre tras sufrir una lesión menor o un traumatismo en el ojo.
Además, con el solo hecho de frotarse el ojo con demasiada fuerza, puede presentarse una hemorragia.