En la búsqueda constante de comprender y apoyar a aquellos que viven con trastorno bipolar, es esencial abordar la forma en que nos comunicamos con ellos. Las palabras tienen un poder significativo y, en ocasiones, pueden ser tanto una herramienta constructiva como destructiva. Este artículo explorará tres aspectos fundamentales de lo que no se debe decir a una persona con trastorno bipolar, con la intención de fomentar una conversación más empática y libre de estigmas.

1. “Es solo una fase

Una de las declaraciones más desacertadas que se pueden hacer a alguien con trastorno bipolar es minimizar sus experiencias al afirmar que es simplemente una fase. Esta afirmación trivializa la complejidad de la condición y sugiere que los intensos altibajos emocionales que experimentan son temporales o incluso caprichosos. Es importante comprender que el trastorno bipolar es una condición médica seria y crónica que afecta el estado de ánimo, la energía y la capacidad para llevar a cabo las actividades diarias.

En una sociedad cada vez más consciente de la importancia de la salud mental, es crucial reflexionar sobre cómo se comunica con aquellos que enfrentan desafíos como el trastorno bipolar. | Foto: Getty Images

En lugar de etiquetar la experiencia de alguien como una fase pasajera, es más útil expresar apoyo y comprensión. Preguntar cómo se sienten en el momento y ofrecer una escucha activa puede fortalecer la conexión emocional. Reconocer la realidad del trastorno bipolar y mostrar empatía contribuye a un entorno más comprensivo y solidario.

2. “¿Estás tomando tus medicamentos?

Hacer preguntas sobre la medicación de una persona con trastorno bipolar puede ser invasivo y perpetuar el estigma asociado con el tratamiento psiquiátrico. Si bien es cierto que muchas personas con trastorno bipolar toman medicamentos para estabilizar su estado de ánimo, asumir automáticamente que la respuesta a sus desafíos está exclusivamente en la medicación puede ser perjudicial.

En lugar de centrarse en la medicación, es más constructivo mostrar interés genuino en cómo se sienten en ese momento. Preguntar sobre sus estrategias de afrontamiento, sus metas y sus necesidades actuales puede abrir la puerta a conversaciones más profundas y significativas. La idea es fomentar un diálogo abierto sobre la gestión de la condición sin enfocarse exclusivamente en la medicación.

La empatía en la comunicación se vuelve esencial al abordar temas sensibles como el trastorno bipolar, evitando expresiones que puedan desencadenar malentendidos o estigmatización. | Foto: sdominick

3. “Deberías ser más positivo

Animar a una persona con trastorno bipolar a ser más positiva puede resultar contraproducente y desconsiderado. El trastorno bipolar implica cambios significativos en el estado de ánimo, desde episodios depresivos hasta períodos de manía. Pedirle a alguien que sea más positivo sugiere una falta de comprensión sobre la naturaleza de su condición y puede aumentar su sensación de alienación.

En lugar de instar a la positividad, es más beneficioso ofrecer apoyo emocional y validar sus experiencias. Escuchar sin juzgar, ofrecer ayuda práctica si es necesario y recordarles que están acompañados en su viaje puede ser más significativo que simplemente sugerir un cambio en la actitud.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.