Cuando una lavadora no centrifuga, la causa más común es un problema mecánico. Uno de los componentes más propensos a fallar es el rotor, que es la pieza que permite que el tambor de la lavadora gire. Si este componente está desgastado o dañado, el tambor no podrá girar a la velocidad necesaria para el centrifugado. Para determinar si el rotor es el culpable, es posible que se necesite desmontar la lavadora, lo que puede ser un proceso complicado que requiere cierta habilidad técnica.
Otra causa mecánica frecuente es la correa de transmisión, la cual conecta el motor con el tambor y permite que la energía de este se transfiera al tambor para que gire. Si la correa está rota o suelta, el tambor no podrá girar correctamente. La inspección visual puede revelar si la correa está dañada o desgastada. En algunos casos, es posible que solo sea necesario ajustar la tensión, mientras que en otros puede ser necesario reemplazarla por completo.
El motor de la lavadora también puede ser el responsable de la falta de centrifugado, ya que si no está funcionando adecuadamente, no podrá generar la potencia necesaria para girar el tambor. Los problemas con esta pieza pueden variar desde un simple sobrecalentamiento hasta un fallo completo del mismo. En algunos casos, un técnico capacitado puede reparar el motor, pero en otros, es posible que se necesite reemplazarlo por uno nuevo, lo cual puede ser costoso.
Problemas eléctricos
Los problemas eléctricos también pueden impedir que una lavadora centrifugue. La placa de control es el “cerebro” de este electrodoméstico, y si esta falla, puede afectar el funcionamiento de diversos componentes, incluido el sistema de centrifugado. Este elemento puede dañarse por varios motivos, como sobrecargas eléctricas o simplemente por el desgaste con el tiempo. Un diagnóstico adecuado de la placa de control requiere herramientas especializadas y conocimiento técnico, por lo que generalmente se recomienda la intervención de un profesional.
Los sensores de la lavadora también juegan un papel crucial en el ciclo de centrifugado. Uno de los más importantes es el sensor de balance, que detecta si la carga de ropa está distribuida de manera uniforme dentro del tambor. Si la carga está desequilibrada, la lavadora puede detener el ciclo de centrifugado para evitar daños. A veces, redistribuir la ropa manualmente puede resolver el problema.
Otro sensor crítico es el de puerta, si esta no está cerrada correctamente, el sensor evitará que el ciclo de centrifugado comience. Este mecanismo de seguridad está diseñado para prevenir accidentes y daños a la lavadora. Verificar que la puerta esté bien cerrada y que el sensor esté funcionando correctamente puede resolver el problema. Si el sensor de la puerta está defectuoso, puede ser necesario reemplazarlo.
Problemas de desagüe
Un sistema de desagüe obstruido puede ser otra razón por la cual una lavadora no centrifuga. Si el agua no puede drenarse adecuadamente, el ciclo de centrifugado no se iniciará. El primer lugar a revisar es el filtro de la bomba de desagüe. Con el tiempo, este puede acumular pelusas, monedas, botones y otros pequeños objetos que pueden bloquear el flujo de agua. Limpiar el filtro regularmente puede prevenir este problema.
La bomba de agua es otro componente crítico en el sistema de desagüe, debido a que si está defectuosa o dañada, no podrá expulsar el agua de la lavadora, lo que impide que el ciclo de centrifugado comience. La bomba de agua puede fallar por desgaste normal, acumulación de residuos o daños físicos. En algunos casos, la bomba de agua puede repararse, pero a menudo es necesario reemplazarla para resolver el problema.
Además, es importante verificar las mangueras de desagüe, ya que pueden doblarse, obstruirse o incluso dañarse, lo que puede afectar el flujo de agua. Asegurarse de que las mangueras estén libres de obstrucciones y correctamente instaladas puede ayudar a garantizar que el agua se drene de manera eficiente.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.