La freidora de aire es hoy en día un aparato indispensable, sobre todo porque gracias a ella es posible preparar todo tipo de alimentos fritos sin que contengan grasas y conserven su sabor.
Pero existe otro nutrido grupo de consumidores que prefieren pensar más en su salud y poner a prueba la freidora para obtener el cambio tan deseado.
Algo que se debe tener en cuenta a la hora de adquirir una freidora de aire, es el tamaño del aparato, lo que será un elemento esencial que influirá en la potencia y en el gasto energético.
Hay unas más grandes que son pensadas en una familia numerosa y algunas más pequeñas para aquellos que cocinan para un grupo mucho más pequeño.
Y es que como tiene funciones de un horno, algunos creen que pueden consumir lo mismo que ese electrodoméstico. No obstante, todo depende de la capacidad de la olla y el tiempo que se utilice.
El electrodoméstico puede consumir entre 1.000 y 1.400 watts, si tiene una capacidad entre 1,5 y 3,2 litros, según lo menciona La República.
Para el portal El Español, lo indispensable en este caso debería ser el valorar todas las ventajas que le puede proporcionar el uso de la olla, sobre todo al pensar en la salud, ya que existen otros electrodomésticos de los muchos que utiliza en su casa que consumen mucho más.
Una comparación que serviría como ejemplo es que la freidora de aire no gastará tanto como un horno, el cual puede llegar a consumir entre 2.000 y 5.000 W, por lo que resulta mucho más caro su encendido y uso.
Eso sí tenga presente que por comprar una freidora de aire su factura de luz no subirá de manera exagerada, sino que solo será un poco. Además, tampoco es preciso que en todos los hogares se utilice a diario, pues algunas amas de casa optan por preparar en ella los alimentos solo dos o tres veces a la semana.