Estudios han revelado que si se empieza a mejorar la dieta, incluso después de la mediana edad, se pueden ganar varios años más de vida, ¿cómo lograr extender la vida de forma sana? Pues quienes llegan a vivir varios años son personas que no cuentan la cantidad de calorías que consumen diario, ni toman vitaminas especiales, ni tienen en cuenta el tipo de proteínas que ingieren. Sin embargo, si mantienen un estilo de vida sano basado en algunas reglas.
Lo primero y lo más importante que se debe tener en cuenta es que el 95 % de los alimentos que se consuman deben proceder de plantas, aunque no es fácil llevar una dieta en ese sentido, pero las verduras, los cereales integrales y las legumbres debe ser lo que más abunda en el plato, la variedad de verduras y frutas y la estacionalidad harán que no se vuelva rutinario.
Los mejores alimentos son las verduras de hoja verde, porque según diversos estudios, las personas de mediana edad que consumían cerca de una taza diaria de verduras cocidas tenían la muchas menos probabilidades de morir en los cuatro años siguientes que quienes no comían de esa forma.
Asimismo, los cereales que consumimos deben ser integrales como el arroz, la pasta y el pan, porque estos ofrecen una amplia serie de nutrientes y fibra que son beneficiosos para el intestino y acelerar el metabolismo.
Por otro lado, debe reducir el consumo de carne, como hacían en anterioridad, porque la idea de limitar la ingesta de carne a 50 gramos o un poco más y que solo sea cinco veces al mes.
Es necesario reducir ampliamente el azúcar añadido y reemplazarlo por miel para endulzar el té o al café y así dejar este ingrediente para pequeñas ocasiones. Para distinguir sus compuestos, la miel contiene azúcares naturales, como la fruta, pero los alimentos procesados contienen azúcares que hay que evitar.
¿Cuándo es mejor comer?
También es importante reducir las horas del día en las que se consume cualquier alimento, sin importar si son solo verduras, porque es mejor comer en un máximo de 12 horas, en las que se puede empezar a comer después de las 8 de la mañana y terminar antes de las 8 de la noche.
Esto no quiere decir que se deban saltar comidas y practicar ayuno intermitente, sino de respetar las horas que sí influyen en el ritmo biológico del organismo.