El moho es un hongo que se desarrolla en superficies en ambientes cálidos y húmedos y plantea diversas implicaciones para la salud al ser inhalado o al entrar en contacto con él. Desde reacciones alérgicas simples hasta problemas más graves, como irritación ocular o infecciones pulmonares, pueden resultar de la exposición al moho.
Una guía de la Agencia de Protección Ambiental destaca la importancia de eliminar el moho rápidamente para evitar su reproducción, ya que estos hongos descomponen la materia orgánica y pueden dañar diversas superficies. Aunque la limpieza profunda puede eliminar visiblemente las esporas de moho, muchas de ellas persisten en el aire, lo que dificulta su erradicación total.
Los CDC indican que el moho puede ingresar a los hogares a través de puertas, ventanas, ventiladores y sistemas de calefacción y aire acondicionado. Enfatizan la necesidad de eliminar el moho y tomar medidas para prevenir su reaparición como la mejor estrategia.
Lo primero que debe hacer mantener ventilada la zona donde se encuentra la humedad, así se evitan malos olores y que se creen hongos. También es fundamental secar las superficies para evitar que la madera de desgaste.
Para tratar con el moho recuerde utilizar guantes, estar en un espacio bien ventilado y de ser posible colocarse tapabocas para evitar alergias. Luego, frote la madera con agua caliente y jabón de manera cuidadosa para no dañar el acabado.
Retire bien el jabón y retire la humedad con un paño limpio y seco. Posteriormente, tome un recipiente y coloque una parte de cloro con nueve partes de agua.
Humedezca un trapo limpio con esta mezcla y páselo encima de la madera afectada. Deje que la mezcla se seque por 10 horas parea que los productos puedan hacer efecto y ataquen el moho.
Pasado este tiempo, limpie la madera con agua, recuerde que el paño no debe estar mojado sino húmedo.