Conocida como lengua de suegra, a la sansevieria se le atribuyen beneficios para el organismo gracias a componentes como omega 3, vitamina C, un poco de vitamina B, carotenoides y minerales como magnesio, calcio, potasio y hierro.

En adición a su belleza ornamental, esta planta sería ideal para purificar el aire. Por ello, se recomienda colocarla en habitaciones y ambientes cerrados. Inclusive, se dice que puede eliminar compuestos tóxicos perjudiciales para la salud que se encuentran flotando en el aire. De acuerdo con la información de ABC, la sansevieria transforma el dióxido de carbono en oxígeno durante la noche.

Adicionalmente, las culturas populares dicen que ayuda a absorber la radiación que es causada por dispositivos electrónicos, por lo que se sugiere colocarla en la sala de estar o en áreas en las que haya televisores u otros dispositivos.

El portal Terra destaca un truco de jardinería para hacer crecer este planta de forma rápida. Para ello se requiere una cucharada cacao en polvo, la cual debe esparcirse sobre la raíz de la planta y luego se debe regar. Según la publicación, el cacao tiene potasio y fósforo, minerales que fortalecen sus raíces y estimularán el crecimiento de la lengua de suegra.

Lengua de suegra. | Foto: Getty Images
Beneficios de la lengua de suegra. | Foto: Getty Images

Por otra parte, una bondad más que se le atribuye a la lengua de suegra es que ayuda a eliminar las toxinas de los riñones, según el portal Panoramaweb. Lo anterior debido a que tiene efectos diuréticos, por lo que también en muchas culturas la usan, por ejemplo, para ayudar a eliminar cálculos renales.

La lengua de la suegra es considerada una de las plantas para alejar las malas energías. | Foto: Getty Images

Para obtener los beneficios para estos órganos, se debe preparar una bebida con parte de sus hojas. Se cortan unos 10 centímetros de la hoja, se lava bien, se retiran todas las impurezas de la cáscara y se corta en pequeños trozos pequeños y se agrega junto con un litro de agua en la licuadora. Se mezcla hasta que el contenido quede homogéneo. Se pueden consumir dos vasos diarios, uno antes de cada comida, durante una semana y se descansa otra. Luego se vuelve a iniciar el tratamiento. Lo recomendable es que la preparación no dure más de dos días.