Uno de los retos que enfrentará este año el Gobierno Nacional será tramitar las reformas pensional y laboral, de las que se ha venido hablando y que han recomendado muchos expertos, así como entidades multilaterales.
Sin embargo, el ambiente para este debate no parece ser el mejor, sobre todo luego del paro nacional que organizaron en noviembre pasado las centrales obreras del país, y al que se unieron muchos actores de la sociedad civil y que derivaron en marchas que se hicieron a lo largo del territorio.
La discusión tendrá que retomarse este año porque según centros de pensamiento como Fedesarrollo, Anif e incluso universidades, el sistema pensional actual tendrá problemas de financiamiento a futuro y se debe aumentar la cobertura.
Hoy en día menos del 30 % de quienes tienen edad para jubilarse podrán conseguir su pensión. En el país hay un poco más de 1.300.000 jubilados con Colpensiones, entidad que administra el régimen público.
Las opciones
El profesor Julio César Alonso, director del Centro de Investigación en Economía y Finanzas, Cienfi, de la Universidad Icesi, aseguró que las reformas deben hacerse como un acto de responsabilidad con el país porque en el largo plazo el sistema tendrá problemas de financiación. “Lo responsable es hacer las reformas, se puede pasar de largo, no hacer nada y no habría problemas mañana, pero sí en 20 o 30 años”, dijo.
Para este docente la reforma laboral está muy ligada con la pensional porque se requiere que haya más colombianos trabajando formalizados, pero fundamentalmente para que el número de personas que aporten recursos al sistema se incremente y disminuya la presión financiera.
“Pese a que la economía colombiana crece y genera puestos de trabajo, estos no son suficientes para absorber toda la demanda de empleo. Claramente se necesita la reforma, la pregunta es en qué términos y cómo obtener resultados inmediatos”.
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Al respecto, Iván Jaramillo, miembro del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, aseguró que una de las razones por las que debe realizarse una reforma laboral es porque el sistema productivo ha cambiado, “hay temas de robotización o automatización de las empresas, cambiaron los parámetros bajos los cuales se estructuró el sistema de trabajo, en especial por los adelantos tecnológicos, por ejemplo, las plataformas, el teletrabajo, esto hace que tengamos que actualizarnos para reconocer derechos a estas nuevas formas de ocupación”.
Agregó que los derechos de los trabajadores responden a un modelo de producción del siglo 20 y que se deben adecuar al siglo 21, “todo hay que replantearlo”, sin que eso signifique la pérdida de los beneficios adquiridos por la clase trabajadora o los términos del trabajo decente.
Asimismo, considera que el sistema público de pensiones se deterioró en el país desde que se creó la Ley 100, pues con ella se adoptó el sistema de ahorro individual y la competencia entre regímenes. “Si no tomamos la decisión de reversar eso, el sistema público no será viable y colapsará, en eso coinciden muchos estudios que sobre el tema se han realizado porque los recursos no serán suficientes y habrá más gente si cobertura”.
Inclusive, los trabajadores no descartan su apoyo a las reformas, pero el debate será sobre qué tipo de transformaciones se implementarán.
Por ejemplo, el profesor Jaramillo cree que la salida es eliminar la competencia entre los regímenes público y privado consolidando el sistema de prima media (Colpensiones) y, además, incentivar la formalización laboral, incorporar nuevos derechos como la desconexión y legislar sobre las nuevas ocupaciones.
Sobre el tema, Diógenes Orjuela, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, aseguró que las centrales estarían de acuerdo con las reformas, pero no en el sentido en el que se están planteando. “Una reforma laboral debe recoger el cúmulo de recomendaciones internacionales que le han hecho al Gobierno colombiano para aumentar la formalización y dar empleo decente. El problema es que lo que plantean los empresarios es contrario a lo que sugiere la OIT y la misma Comisión de Empleo de la Ocde”.
El líder sindical también cree que frente a los cambios pensionales “solo podríamos hablar de eso si es para que Colombia entre en la tendencia de los países que van a retornar del sistema de ahorro individual al sistema público”.
Las propuestas
El debate sobre estos temas será álgido porque las salidas que plantean algunos centros de pensamiento son contrarias a lo que buscan los trabajadores.
Por ejemplo, Fedesarrollo recomienda que los dos sistemas de pensión (el de ahorro individual y el público) funcionen sin competencia. Esto sería posible si todos los trabajadores cotizan, de manera obligatoria, en ambos regímenes. Además, están de acuerdo en fortalecer programas como Colombia Mayor y los Beneficios Económicos Periódicos, BEPs, para los que no alcancen el monto necesario para obtener una jubilación.
En el caso de Asofondos, que agremia a los fondos de privados, la propuesta es que el sistema pensional debe ser de ahorro y capitalización, es decir acabar con el régimen público y, además, mantener una pensión mínima para quienes no tengan capital suficiente para obtener su mesada, luego de terminar su vida laboral.
El Consejo Privado de Competitividad presentó recientemente sus recomendaciones y coincide en que los regímenes no deben competir sino complementarse, pues “el sistema actual le otorga una pensión contributiva apenas a uno de cada cuatro ciudadanos en edad de pensión”.
El Ministerio de Trabajo tiene una página web en la que diferentes entidades han presentado sus propuestas, pero los proyectos que irán al Congreso aún no se estructuran y, según el Gobierno, estos saldrían de la concertación entre empresarios y trabajadores.
No saldrían este año
Luis Carlos Reyes, director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, considera que no está claro que las reformas pensional y laboral puedan tramitarse este año, en especial por la situación política que al final del 2019 llevó al paro nacional.
Para este investigador, la reforma pensional en el sentido fiscal no es urgente, dado que la cobertura es tan baja que en este momento no hay presiones de recursos, pero considera que sí debe tramitarse porque se requiere que más colombianos puedan jubilarse. “El 65 % de las personas en edad de retiro no tienen acceso a un pensión, por eso es urgente”.
Sobre la reforma laboral aseguró que el reto del país es encontrar la manera de lograr dos cosas: mayor contratación formal, sin que los costos afecten a los empresarios, y que la población tenga un nivel de vida digno.
Por otra parte, gremios como la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, proponen que para aumentar la cobertura del sistema pensional es necesaria la reforma laboral orientada a la flexibilización del mercado laboral mediante la reducción de los costos no salariales (directos e indirectos). Sin embargo, esta propuesta es la que no le gusta a los trabajadores.