La alta volatilidad del dólar de los últimos días, que llevó a esa moneda muy cerca de los $5.000, llevó a varios analistas a plantear la posibilidad de que en Colombia se permita el pago en dólares por la compra de algunos bienes y servicios, como medicamentos y alimentos, entre otros.
Uno de los que puso sobre el tapete la iniciativa fue el exvicepresidente de la República Angelino Garzón, quien en su cuenta de twitter dijo: “Frente a la imparable devaluación del peso, qué pasaría en Colombia si se autoriza la circulación legal de dólares (...) para la compra y venta de alimentos, medicamentos y demás bienes y servicios”.
A esa inquietud se sumó otra idea, la del presidente del Senado, el también vallecaucano Roy Barreras, quien planteó la posibilidad de pensar en una moneda única para la región latinoamericana.
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El País consultó la opinión de analistas y líderes de algunos gremios al respecto y la conclusión es que el país no puede permitir que se generalice el pago en moneda extranjera.
En la actualidad, el pago en dólares se puede realizar para la compra de planes turísticos internacionales y el pago de algunas tarjetas de crédito.
Paula Cortés Calle, presidenta ejecutiva de la Anato (gremio de las agencias de viajes), explicó que los pagos a las aerolíneas, en el caso de venta de tiquetes internacionales, se hace a través del dólar viajero (Bsp de IATA, que es el banco compensador de pagos), pero en Colombia se paga en pesos colombianos, “indistintamente de la moneda extranjera que puede recibir la agencia de viajes”.
En relación con los paquetes turísticos internacionales, que en su gran mayoría están expresados en dólares, se pueden pagar en esa moneda, al cambio de la TMR del día del pago.
¿Dolarizar la economía?
El economista y docente universitario Pedro Nel Bastidas precisó que para pensar en la dolarización de la economía colombiana el país debe afrontar un aumento exagerado de los precios de la canasta familiar. En otras palabras, debe reportar una hiperinflación y eso no está ocurriendo.
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“La situación que vive el país es un efecto de lo que ocurre a escala mundial, donde la inflación ha subido en casí todos los países, pero no a niveles de una hiperinflación”, explicó. Hoy, la inflación va en 11,44% (cifra anualizada al cierre de sepriembre).
Adicionalmente, existe otro obstáculo claro para pensar en dolarizar la economía. “Tocaría modificar la Constitución de Colombia, pues en los artículos 371 y 373 queda claro que la moneda legal en curso es el peso colombiano”, precisó.
Por su parte, José Roberto Concha, director de Icecomex, de la Universidad Icesi, sostuvo que permitir las transacciones en dólares o en euros, en un país que tiene su propia moneda, es una medida simplista.
“No podemos dejar que las transacciones de nuestro país se realicen indistintamente en nuestro peso y en monedas extranjeras”, indicó.
Un efecto adverso que podría acarrear la medida es que se incentive la inflación, porque generaría precios más altos como consecuencia de un dólar elevado.
“El segundo efecto es la poca importancia que generaría en el comercio el intercambio en pesos, porque el receptor no va a aceptar monedas débiles en esa transacción. Otro impacto es que se pierde capacidad de maniobra del Banco de la República en contención de la devaluación y en el aumento de intereses”, añadió Concha.