Las tensiones que se presentan en el norte del departamento del Cauca por la invasión de indígenas nasa a predios dedicados a la siembra de caña de azúcar, aumentaron desde comienzos de este año con la quema y destrucción de grandes hectáreas de cultivos, además de amenazas y agresiones a los colonos residentes en la zona.

Los continuos hostigamientos, indicó Luis Alfredo Bonilla, autoridad mayor del Consejo Comunitario de la comunidad Negra de Yarumito, municipio de Caloto, llevó a que el viernes de la semana pasada la población afro se volcara sobre las vías para manifestar su inconformidad por la situación que están viviendo.

“Hoy los hermanos indígenas han pintado con sus banderas nuestro territorio, nos han prohibido la movilidad y no han dejado que la comunidad ejerza sus actividades culturales dentro del territorio”, dijo Bonilla.

Según explicó, el mandato de la política de liberación de la Madre Tierra que ellos proclaman, no es otra cosa que la ocupación de todas las tierras del norte del Cauca, desconociendo que en la zona plana están asentadas desde hace 50 años las comunidades afrodescendientes.

Con el fin de evitar un choque interétnico e intercultural en la región, la población negra viene proponiendo un escenario de diálogo con la participación del Gobierno Nacional, departamental y local, porque según Balanta, “hoy tenemos varias comunidades que han puesto heridos y no queremos llegar a una confrontación”.

Aunque desde hace cinco años vienen dialogando el tema de la territorialidad, en el marco de la soberanía, e incluso se conformó el Consejo Interétnico e Intercultural del norte del Cauca, en el que participan las comunidades negras, indígenas y campesinas, los acuerdos suscritos no han sido respetados.

Agregó que los indígenas han invadido alrededor de 23 territorios que actualmente están en tensión, entre ellos la hacienda La Albania, y aunque en su momento acordaron compartir estos territorios, esto nunca se cumplió.

“Aunque hay grandes extensiones de cultivo de caña, no toda la sembrada en nuestros territorios pertenece a los ingenios azucareros. También hay parcelas propias de nuestra gente negra y eso es lo que estamos defendiendo, el derecho al trabajo y a nuestra soberanía”, afirmó.

Lea además: Gremios del Valle y Cauca denuncian nuevas invasiones a fincas de agricultores

Las continuas invasiones y destrucción indiscriminada de cultivos ha agudizado además el tema del empleo en la región, donde se estima unas mil personas se han quedado sin trabajo y otras 500 están en riesgo de terminar igual.

Los hechos de vandalismo se han incrementado desde el pasado mes de febrero, en los sectores de El Tetillo y El Tamboral, municipio de Padilla, pero también en Corinto, Miranda y el corredor de Guachené, donde hace dos años, en abril de 2020, indígenas invadieron ilegalmente la Hacienda El Chimán, incendiando la caña y la casa de la familia que trabajaba en el lugar, además de otros bienes.

En Caloto, se conoció, han construido pequeñas cabañas al interior de los territorios y restringido la libre locomoción.

Entre tanto, Carlos Leal, trabajador de la hacienda Oasis de Occidente, dedicada a la siembra de caña, pero también de cultivos como maíz, piña, maracuyá y uva, denunció que desde hace un año se incrementaron los ataques tras la muerte de uno de los trabajadores.

“Acabaron con la piña y desde hace más de un año no sembramos caña porque la tiran al piso y la queman. Las pérdidas son millonarias, pero lo más grave es que de 64 trabajadores que había, ahora sola quedamos 21. Hombres, mujeres y ancianos han quedado sin trabajo”, señaló.

Añadió que personas encapuchadas vienen generando miedo y zozobra en la región, pero los colonos dicen que lo único que reclaman es el derecho al trabajo para llevar el sustento a sus familias.

Don Hugo, habitante de Caloto, propietario de una pequeña parcela, interviene y asegura que desde el mes de julio a la fecha han hecho incursiones en las haciendas El Japio, Bachué, La Robleda, Canaima y La Emperatriz, en las que trabajaba gran parte de la comunidad.

“La gente aquí vive básicamente de la siembra de la caña, pero hay otras empresas avícolas y marraneras que también sienten el hostigamiento. Los indígenas son malos vecinos para nuestro territorio. Nosotros también reclamamos el derecho a la tierra, pero de forma concertada con el Estado y los dueños de los predios. No somos invasores”, manifestó.

Lea también: Ingenios de caña, dispuestos a dialogar con comunidades indígenas sobre lío de invasión de tierras

Señaló, además, que en Caloto el 67% es territorio indígena y el resto pertenece a la comunidad afro, razón por la cual rechazan la llegada de más personas de estas comunidades.

Entre tanto, Óscar Eduardo Mora, gerente de Relaciones Industriales del ingenio La Cabaña, recordó que en el 2014 iniciaron las invasiones a predios de colonos del Ingenio Del Cauca y, en los últimos años se ha ido extendiendo a más sectores. Este año irrumpieron en tierras de colonos del ingenio La Cabaña.

Según dijo, unas 7000 hectáreas han perdido los ingenios asentados en la zona, afectándose la producción, pero también los puestos de trabajo, pues solo La Cabaña ha tenido que despedir a 500 de sus trabajadores, todos habitantes de la región.

Aclaró que los mayores afectados son los propietarios de la tierra, pues los ingenios solo son dueños de un 10%.

“Una de las grandes preocupaciones es que se sigan perdiendo empleos considerando que el 97.2 % son personas afro de la región, ellas son las más perjudicadas”, enfatizó

Los empresarios solicitan un diálogo urgente para lograr llegar a un acuerdo entre comunidades indígenas y propietarios de la tierra.

Instalan Mesa Multipartita

Edwin Capaz, consejero mayor de la Asociación de Cabildos Indígenas, Acin, indicó que ya hay un escenario de diálogo en torno a las comunidades afro, campesinas e indígenas que es el Consejo Territorial Interétnico e Intercultural, a través del cual han dirimido en torno a las distintas problemáticas de la región, especialmente en lo que tiene que ver con las aspiraciones de tierra.

El pasado jueves, indicó, durante una reunión entre las empresas, propietarios, Alcaldías, Gobernación y el Gobierno Nacional con presencia de los ministros del Interior y Agricultura, pero también de la vicepresidenta Francia Márquez, se propuso la creación de una mesa multipartita, que va más allá de las organizaciones sociales.

“Si bien no se ha instalado, ayer (jueves), se formuló una propuesta en torno a una resolución en el departamento del Cauca que involucrará a estas organizaciones y sectores. Fue un escenario sincero en el que se pusieron todos los argumentos alrededor de las pretensiones territoriales de las comunidades”.

No obstante, destacó que existe la voluntad de superar el conflicto y de abordar el tema de manera estructural, lo que “es un reto para el Estado colombiano”, precisó.

Respecto a si continuarán invadiendo predios, Capaz sostuvo que el proceso de reclamación viene desde el 2005, pero aclaró que los inconvenientes de los últimos días se han dado alrededor de dos sectores.

Sin embargo, insistió que “el Consejo Regional Indígena ha sido claro en que no todos esos sectores de reclamación pertenecen a las comunidades del Cric. Debemos hacer la instalación de un comité urgente de derechos humanos para determinar qué comunidades son, porque allí hay ciudadanos que no están en ningún nivel de estructuración organizativa del Cric”, puntualizó.