La economía de la ciudad de Cali presentó hasta el mes de marzo una mayor fortaleza frente a la difícil situación que atraviesa el país por la crisis que deja el aislamiento.
El Indicador Mensual de Actividad Económica, IMAE, que calcula la Universidad Javeriana y la Secretaría de Desarrollo Económico mostró que en el primer trimestre del 2020 la economía local habría crecido alrededor del 0,8% (un año atrás, en igual periodo, el repunte fue de 3,0%).
El resultado de Cali es un poco mejor que el registrado en el Valle que habría crecido 0,5% para igual lapso y de Colombia con 0,4%, estos datos están ajustados a los efectos de estacionalidad.
Solo en el mes de marzo la actividad económica decreció 4,6% en Cali, cuando empezó el aislamiento por el Covid-19.
El profesor de la economía de la Universidad Javeriana, Pavel Vidal, explicó que la actividad económica local tiene la misma tendencia nacional, es decir una fuerte afectación por el aislamiento. Pero considera que como en Cali se concentra la actividad financiera y de servicios y estos tienen más peso en el valor agregado, la capital del Valle presenta un poco más de fortaleza.
Lea también: Semana decisiva para definir más reapertura del comercio del centro de Cali
“Además en Cali está el sector público y una actividad fuerte de oficinas que uno podría pensar que se siguieron haciendo en teletrabajo, ayudando a que cierto nivel de actividad se mantuviera en medio de la cuarentena”, dijo el docente.
Sin embargo, tal como lo prevé Colombia, la caída para el segundo trimestre de la economía será mayor, pues en ese periodo se vivió casi todo el confinamiento.
El secretario de Desarrollo Económico, Argemiro Cortés, aseguró que la ciudad atraviesa una situación difícil, “pero esperamos que con la apertura gradual el panorama vaya mejorando”.
Calcula que por el aislamiento y el cierre de la industria y el comercio la ciudad ha perdido 169.000 empleos.
“El tema es complejo porque la pandemia no ha terminado y por lo tanto hablar de recuperación es incierto, yo creo que en la medida en que se abra la economía con protocolos de bioseguridad, eso nos permitirá ir recuperándonos. Lo que no puede ser es estar totalmente cerrada”, dijo el Secretario de Desarrollo Económico, quien hizo un llamado a la ciudadanía a que se comporten y acaten las normas, porque de eso dependerá que se continúe abriendo la economía local.
Resultados
En el primer trimestre de 2020 decrecen en Cali siete de las once variables que componen el Indicador Mensual de Actividad Económica, IMAE.
La producción industrial, las licencias de construcción, el número de microempresas nuevas, la ocupación hotelera y el Índice de Confianza al Consumidor pasaron de cifras positivas a negativas.
La desaceleración más fuerte se dio en licencias de construcción con una variación de -43%. Otros indicadores relacionados con este sector (obras en proceso, ventas de viviendas y demanda de concreto) también ofrecen señales desfavorables. Los despachos de cemento en el departamento cayeron 11,3% en el trimestre.
La dinámica de la venta de vehículos también se encuentra en terrenos negativos: su tasa de variación interanual pasó de -2,1% en 2019 a -15,2 % en el primer trimestre de 2020.
El número de microempresas nuevas también bajó. En el primer trimestre de 2020 decreció 7,3% y cambió su tendencia alcista registrada desde el tercer trimestre del año 2015, “lo que corrobora las vulnerabilidades de este segmento del tejido empresarial a las complejidades de la actual coyuntura. Específicamente en marzo la contracción fue de 7%”, explicó la profesora de economía de la Universidad Javeriana, Lya Sierra.
Otro sector que desde el primer trimestre evidenció su vulnerabilidad es el turismo, el cual además forma parte del ecosistema cultural y jalona el consumo y el comercio. La ocupación hotelera en Cali pasó de crecer 15% en 2019 a decrecer 19,7% en 2020.
Por otro lado, lo positivo y que evitó una desaceleración mayor de la economía local fue el comportamiento de los sectores público y financiero. El primero es aproximado por la ejecución de gastos en educación y salud, indicador que creció 7,1%, en comparación con igual periodo del 2019. “Con este resultado, se sostiene la tendencia positiva que presenta este indicador”, explica la profesora Sierra.
Asimismo, los depósitos de ahorro, que se correlacionan con la evolución del sector financiero y la situación económica de los hogares, aumentaron 21,4% en el primer trimestre del año. La cartera de crédito del sistema financiero también se expandió en el primer trimestre (7,6%, en términos reales), “lo que confirma el aporte del sector en estos primeros meses del año”, reiteró.
El consumo de energía y el flujo de tráfico de vehículos de carga a través de los peajes, variables que se relaciona con la dinámica general de la industria y el comercio, se sostuvieron con tasas positivas en el trimestre, aunque pierden impulso.
Para el profesor Vidal, el consumo de los hogares es lo que había marcado la diferencia entre el comportamiento de la economía nacional frente a otras de la región, y por ello, asegura que la recuperación de Cali dependerá del empleo y factores como las remesas.