Ante el reciente ataque a la Fuerza Pública, en el que resultaron lesionados dos uniformados adscritos a la estación de Policía de Jamundí, que se encontraban realizando su labor de vigilancia y control, la Policía Metropolitana de Cali anunció que se tomarán medidas de seguridad para el patrullaje en la ciudad.

El brigadier general Juan Carlos León, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, afirmó que es evidente que estos hechos de violencia hacen parte del plan pistola. Motivo por el que se reforzarán las medidas de seguridad para los uniformados.

De acuerdo con el coronel Nelson Zabala, comandante Operativo de la Policía, los agentes motorizados transitarán espalda con espalda para advertir con mayor facilidad algún posible ataque.

“Esta medida se ha adoptado en otros departamentos y aquí la estamos implementando. Es un patrullaje más conveniente frente a la forma de ataque de estos grupos”, puntualizó el Coronel.

Igualmente, destacó que la Institución está realizando los respectivos entrenamientos para evitar que esta nueva estrategia llegue a generar algún tipo de accidente en las vías de la ciudad y su zona metropolitana.

“Estas estrategias son viables en términos de mitigación. Sin embargo, termina la Policía por asumir no solo la seguridad ciudadana, sino también el cuidado de su propia vida, lo que genera una presión psicológica y colectiva más compleja”, sostuvo Andrés Nieto, experto en temas de seguridad de la Universidad Central de Bogotá.

Por su parte, Álvaro José Pretel, investigador en temas de seguridad y defensa, enfatizó que además de esta medida “es fundamental reforzar algunos puestos de control que puedan estar más débiles con capacidad policial. Es importante también la disposición de recursos para viabilizar la compra de material para la protección de la Policía, como por ejemplo chalecos y munición para atacar este flagelo”, dijo el experto.

Cabe recordar que este hecho de violencia se suma al ataque con granadas de fragmentación contra los uniformados que se encontraban en la Subestación de Policía de Potrerito, al sur del Valle del Cauca, el pasado 3 de agosto, donde aunque no resultaron heridos uniformados, es una situación que genera alerta por posibles retaliaciones a la Fuerza Pública en Cali y el Valle del Cauca.

Analistas creen que, a pesar de que en el Valle el Clan del Golfo no ha tenido tanta incidencia, es probable que los ataques se extiendan en la región, pues es zona clave en las rutas del narcotráfico y es lugar de negociación y refugio para algunos de sus cabecillas.

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“Por supuesto que hay un temor. Ese fenómeno que se ha vivido en zonas como Nariño y Antioquia no debe descartarse en algunas zonas del Valle. Nos debe inquietar que Cali está en medio de un corredor que comunica a las grandes extensiones de cultivos ilícitos con el Pacífico, además de que esta ciudad es un punto objetivo en esa puja por el control territorial y las rentas derivadas del narcotráfico. Eso hace que seamos vulnerables a fenómenos como el llamado plan pistola”, afirmó Andrés Felipe Galindo, experto en temas de seguridad ciudadana.

Con este testimonio coincide Nieto, quien además explica que el Valle del Cauca y Cali son puntos geoestratégicos para los grupos delincuenciales.

“Nosotros tenemos un problema en Cali y el Valle del Cauca y es que los departamentos con los que se rodea son lugares que en estos momentos tienen disputas territoriales, no solo del Clan del Golfo, sino también del ELN que lo que buscan es el control de las rutas del narcotráfico. Por lo que es posible que las bandas delincuenciales locales terminen aliadas con estos grandes grupos y se genere una violencia que no va a poder controlar nadie y que va a afectar a la ciudad”, dijo el experto.

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Uno de los municipios que mantiene su alerta es Buenaventura, pues también ha sido blanco del Clan del Golfo por medio del plan pistola, tan solo en las últimas horas las autoridades del Valle, por medio de interceptaciones telefónicas, lograron frustrar un plan para atacar a policías en el distrito portuario. De acuerdo con la Institución, este grupo armado pretendía realizar el ataque a los uniformados utilizando explosivos y francotiradores.

Al respecto, el coronel Ever Gómez, comandante de la Policía en el Valle, indicó que se trataba de la “subestructura del Bajo Baudó del Clan del Golfo, con injerencia delictiva en el perímetro rural y urbano de Buenaventura. Pretendían atentar contra la integridad de nuestros funcionarios mediante la ejecución de acciones violentas con francotirador y lanzamiento de artefactos explosivos”.

El Valle del Cauca, además de ser clave para las rentas criminales de grupos ilegales, ha sido escenario de captura de varios cabecillas del Clan del Golfo, quienes llegan al departamento en busca de refugio cuando huyen de adversarios y autoridades.

Entre esos golpes estuvo la detención de alias Móvil 7, cabecilla de la Subestructura Cordillera Sur del Clan del Golfo, y ‘El Diablo’, encargado de extorsiones y narcotráfico.

“En muchas ocasiones cabecillas de las organizaciones criminales llegan al departamento para realizar lavado de dinero y son capturados, por lo que atentan contra los uniformados como retaliación a los operativos”, finalizó Álvaro Pretel.