Bloqueos intermitentes en sectores como Meléndez o Puerto Madera, así como la regulación del tránsito por jóvenes encapuchados en diferentes vías del oriente de Cali, son algunos de los malestares viales que todavía perduran en la ciudad, según denuncias ciudadanas y reportes en redes sociales los últimos días.

“Esto aún ocurre, porque no hay ninguna consecuencia para estas personas, como encapuchados queriendo reemplazar las funciones de los guardas de Tránsito. El diálogo es la apuesta de la Alcaldía, pero ya no es momento para acudir a esos momentos. Hay que judicializar a estas personas que quieren remplazar la autoridad”, aseveró Gustavo Orozco, representante del Grupo Objetivo Cero.

Además, recordó el caso ocurrido en la Loma de la Cruz, en donde el CAI fue convertido en una biblioteca en el marco del paro, pero que por eso “ha empeorado la situación de seguridad en los alrededores y ha tenido un impacto fuerte en el turismo de la zona, como han expresado habitantes de la misma”.

Para Orozco, “es muy valioso que la gente reivindique los espacios que son la comunidad, como ocurrió el martes pasado en el polideportivo de Ciudad 2000 (a donde la Alcaldía quiso trasladar a los manifestantes de Meléndez en medio de unos diálogos con los mismos)”.

De hecho, un episodio similar se registró el lunes de esta semana, cuando manifestantes y una misión médica fueron desalojados por las autoridades del parque del barrio Metropolitano del Norte, en la Carrera 1 con Calle 66, luego de que los vecinos se quejaran por música a alto volumen en horas de la noche y consumo de alucinógenos por algunas personas.

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Frente a estos hechos, Jimmy Dranguet, subsecretario de Inspección, Vigilancia y Control, explicó que estos casos de ocupación de vías o espacio público pueden responder tanto a manifestaciones derivadas del paro, pero también a hechos de indisciplina de algunos ciudadanos.

“Ya hemos levantado dos bloqueos en Meléndez y Puerto Madera junto con la Policía Nacional, y estamos prestos a intervenir en otro caso del mismo tipo. La naturaleza de estos bloqueos sencillamente ocurren como una muestra de protesta social, pues por el momento no hemos tenido información con pruebas de que extorsionen o comentan alguna actividad delictiva”, aseguró el funcionario.

De acuerdo con Dranguet, “hay varios comportamientos de personas que manifiestan seguir en el paro, pese a que este ya se superó. Ellos tienen derecho a mostrar su inconformidad, pero deben hacerlo dentro de la legalidad, sin afectar la libre movilidad y el disfrute del espacio público de los otros ciudadanos”.

Asimismo, las autoridades adelantan investigaciones contra aquellos grupos que han amenazado a guardas de Tránsito, algunos con arma blanca, para regular la movilidad en intersecciones de la Avenida Simón Bolívar, el Puente de los Mil Días, la Calle 5 en el sector del barrio Meléndez, Siloé y la Avenida Ciudad de Cali a cambio de “una colaboración” por parte de los conductores.

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Por su parte, el concejal Roberto Rodríguez llamó la atención sobre las estaciones de Policía que aún son objeto de vandalismo o son ocupadas por personas ajenas a la institución.

“Los CAI Loma de la Cruz, Paso del Comercio y el de Puente de los Mil Días, siguen vandalizados y siendo objeto de uso de inescrupulosos urge su recuperación y ocupación para responder de forma oportuna al llamado de la comunidad, la presencia de la Policía en esos establecimientos es vital para generar percepción de seguridad”, advirtió Rodríguez.

Además, exhortó a la Administrativa Especial de Servicios Públicos de Cali, Uaespm, a intervenir los lugares que fueron lugar de barricadas por estar hoy “a oscuras”.

El cabildante aseveró que “el Paso del Comercio, Sameco en el ingreso a Cali, Puerto Rellena, Siloé en las intersecciones de las carreras 42 y 50 con Calle 1ª, el sector de Meléndez, entre otros están a oscuras y se necesita instalar los postes, luminarias para que vuelva el alumbrado público, igual sucede con los semáforos y otros elementos de control”.

Las últimas manifestaciones se realizaron el pasado 20 de julio, jornada que fue relativamente tranquila, pese a algunos bloqueos intermitentes en el oeste y enfrentamientos en la Loma de la Cruz.

El MÍO tampoco se salva

Entre el jueves y viernes de la semana pasada al menos 20 buses del MÍO quedaron fuera de servicio luego de ser objeto de vandalismo en dos sectores del oriente y sur de Cali.

Así lo denunciaron los concesionarios del Sistema Masivo, que reportaron que desde las 6:30 hasta 8:00 de la noche del jueves sujetos encapuchados atacaron a siete buses que transitaban por el sector de Puerto Rellena, lo que causó daños en los vidrios, puertas y ventanillas. Además, uno de los vehículos quedó impregnado de ACPM, un combustible altamente inflamable.

A esto se suman los ataques ocurridos entre el jueves y viernes a otros 13 buses en los alrededores de las estaciones El Lido y Universidades. En medio de estos episodios, un conductor resultó herido tras el impacto de una piedra en su frente, por lo que tuvo que ser suturado en un centro asistencial de la ciudad.

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“En Cali sabemos quiénes son los más golpeados con cada ataque al MIO: los usuarios regulares del Sistema, esas personas que encuentran en el Masivo la mejor posibilidad de movilizarse para ir al trabajo, al médico o a estudiar, por eso resulta paradójico que no sepamos, y ahí nuestro llamado a las autoridades para saber quienes son los que se benefician al atacar el MÍO”, aseguró Gonzalo Cucalón, vocero de los operadores del Sistema.

Agregó que en la estación Meléndez también se han reportado bloqueos intermitentes: “El bloqueo es casi diario, como uno que nos reportaron a eso del mediodía del lunes. La interrupción de la movilidad lo hacen en el carril exclusivo para el MÍO, por lo que debemos salir al carril mixto, lo que implica una afectación en los tiempos de las rutas”.

Y si bien aclaró que en el oriente ya no presentan bloqueos intermitentes, los hechos ocurridos en Puerto Rellena ha obligado a los buses a tomar desvíos y desatender los puntos en donde tradicionalmente transita el MÍO en esta zona.

Según la Cámara de Comercio, Cali presentó $2,5 billones de pérdidas económicas por efecto de la paro y los más de 21 bloqueos que se reportaron por dos meses en las vías de la ciudad.