Cali es la sexta ciudad del país en materia de competitividad, según la nueva medición que realizó la Universidad del Rosario y el Consejo Privado de Competitividad.
Este escalafón, que tomó en cuenta 103 indicadores relacionados con facilidad para los negocios, cobertura en salud, infraestructura, conectividad innovación, educación, entre otros, y que por primera vez midió a todas las principales ciudades del país, fue liderado por Bogotá, Medellín y Manizales.
Clara Inés Pardo, coordinadora del Centro de Competitividad, Score, de la Universidad del Rosario, explicó que el Índice de Competitividad de Ciudades, ICC 2020, tuvo en cuenta el área metropolitana que incluye datos de Cali y Yumbo. “La ciudad tuvo un puntaje sobresaliente en los pilares de sofisticación y diversificación, en el que registra una calificación de 9,5 sobre 10 y ocupa el tercer lugar de la medición general”, destacó.
Esto se refiere a que la estructura empresarial de Cali refleja el alto valor agregado de las exportaciones y la mayor intensidad tecnológica y de capital humano.
A la ciudad también le va relativamente bien en indicadores como infraestructura y equipamiento (incluye cobertura de servicios, conectividad, oferta cultural); sistema financiero (toma en cuenta, entre otras cosas, el índice de bancarización y la cobertura de establecimientos financieros; salud (acceso, cobertura y capacidades) y educación superior y formación para el trabajo, mediciones en las que está entre las 10 primeras del ICC.
Sin embargo, los desafíos de la capital del Valle, explicó la señora Pardo tienen que ver con los indicadores de educación básica y media, en el que obtiene una calificación de 5,0 y ocupa el puesto 25 entre las 32 ciudades.
Asimismo, sale mal librada en el indicador de entorno para los negocios, en el que Cali ocupa la posición 30 por temas como las dificultades para obtener permisos de construcción y trámites relacionados con pagos de impuestos.
Carlos Andrés Pérez, director Económico y de Competitividad de la Cámara de Comercio, explicó que hay varios aspectos a tener en cuenta sobre el Índice de Competitividad de las Ciudades para poder entender los resultados.
Por ejemplo, destacó que mientras en otras áreas metropolitanas se incorporan amplias estructuras regionales, como en el caso de Medellín (analizan 10 municipios), en el caso de Cali solo se incluye la información de la ciudad y de Yumbo, dejando de lado la dinámica que generan Jamundí, Palmira, Candelaria e, incluso, algunos de municipios del norte del Cauca.
“Al respecto, se debe señalar que entre las más de 110 zonas francas que operan en el país, las 6 ubicadas en el Valle y norte del Cauca aportaron 45% del total de las exportaciones de las zonas francas en 2019. Es necesario que ejercicios de este tipo incorporen información de municipios estrechamente vinculados a Cali”, dijo.
Reiteró el economista que el ICC debe examinarse de manera crítica antes de adoptar medidas de política pública, pues una interpretación apresurada podría dificultar la asignación eficiente de recursos y la priorización de los esfuerzos para impulsar la competitividad en la ciudad.
El indicador en el que Cali obtiene el mejor desempeño es en diversificación de la canasta exportadora, donde obtiene un puntaje de 9,93 sobre 10.
“Por ejemplo, en el pilar de sostenibilidad ambiental Cali ocupa la posición 20, mientras Bogotá y Medellín, están en mejores puestos, a pesar de que debido a los problemas críticos de calidad del aire deben restringir recurrentemente las condiciones de movilidad. Este resultado está asociado, entre otros factores, a que las emisiones de CO2 de fuentes fijas en Yumbo son relativamente altas, lo cual no corresponde específicamente a un problema en Cali”.
Reconoce Pérez, que entre los desafíos para la competitividad en Cali y el Valle está superar las deficiencias del sistema educativo en los niveles básico y secundario, así como la cobertura en educación superior y las altas tasas de desempleo y homicidios. “Sin embargo, también debe reconocerse que en ese exigente contexto Cali es uno de los referentes en materia de atracción de empresas porque perciben en Cali y el Valle buen entorno para los negocios”.
Utilidad del ICC
Para Rosario Córdoba, presidente del Consejo Privado de Competitividad, proveer información para los territorios es clave para el diseño de políticas públicas en las regiones, de ahí la importancia del Índice de Competitividad de las Ciudades.
“La emergencia no debe dejar de lado los desafíos y fortalezas estructurales de los territorios, y estos indicadores permiten evaluar el cumplimiento de las metas territoriales, a la vez que sirven de línea de base para los análisis de política que requieran las autoridades”, dijo.
Agregó que las ciudades más competitivas son los que han logrado enfrentar mejor la crisis de salud, “por eso es importante desarrollar estrategias que aumenten la productividad en las regiones con mayores potenciales de mejoría”.
Sobre el indicador
- El índice de Competitividad de Ciudades 2020 incluyó cambios metodológicos y más ciudades, por lo que los resultados presentados no son comparables con los de años anteriores. No obstante, se hizo un recálculo para 2019 que ubicó a Cali en la sexta posición, es decir que la ciudad mantuvo en 200 el puesto alcanzado el año pasado.
- El ICC 2020 se conformó con 103 indicadores, los cuales corresponden en su totalidad a datos concretos, no de percepción. Estos se presentan en cuatro grandes grupos: Capital Humano, Innovación, Eficiencia de Mercados y Condiciones Habilitantes (infraestructura, adopción TIC, sostenibilidad ambiental)